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sábado, 6 de agosto de 2011

ANDERS BEHRING BREIVIK: I. MECANISMOS DE DESVINCULACIÓN MORAL



Publicado un documento, el autor pierde el control sobre él. Sucede frecuentemente que el autor se convierta en lector de sus escritos. Como el criminal, que siente la necesidad de conocer las reacciones de los demás y vuelve al lugar de los hechos confundiéndose con los curiosos, uniendo sus denostaciones a las del público, el escritor relee sus escritos para acercarse a la percepción de los demás lectores.

Releyendo el tema de junio, entendí, como lector, que violenté el sensacionalismo con la barra de hierro, la cuna y el amasijo de huesos y masa gris. Es cierto que no es posible encontrar mecanismo de desvinculación para tamaña monstruosidad. Me prometí rebajar la repulsión de tan macabro cuadro. Pero la cacería de jóvenes realizada por Anders Behring Breivik, en la isla de Utoya, ha superado mi descripción del mes de junio y alterado mis planes para el de julio. Declarar que se siente satisfecho por la matanza de decenas de adolescentes que, guiados por ideales políticos, viven juntos en un campamento de verano, se aprecia como el no va más de la maldad y degeneración humana.

Vestirse de uniforme policial, cargarse de armas y munición, superar la distancia que separa la ciudad de Oslo y la isla de Utoya, informar a los organizadores del atentado producido en el distrito gubernamental ofreciéndoles protección contra posibles terroristas, acceder al salón donde los jóvenes comparten con entusiasmo y visión sus ideales, sacar las armas de repetición y convertir el auditorio en un clamor de cuerpos amontonados, mutilados, desangrándose, convergiendo los hilos de sangre de cada cuerpo en torrente y charco que empapa los blogs de notas y, luego, tener la paciencia de perseguir por caminos y matorrales uno a uno a los supervivientes, cruzarse las miradas y convertir su pánico y súplica en estertor y mueca de difunto, sobrepasa los límites de lo imaginable.

Sobrepasa, también, el límite de lo explicable y, sobre todo, de lo previsible. Alguien, en alguna tertulia, sentenciaba sobre lo poco que sabemos los criminólogos del comportamiento criminal. Tan poco, que no podemos prevenir estas masacres salvajes. Todo parecía normal en la vida de un educado joven de 32 años que desayunaba los días festivos con su madre. Nadie, ni los más íntimos, hubiera apostado por este modo de comportarse.

Por muy incomprensible que parezca, el comportamiento de Breivik no puede compararse con el del asesino de inocentes que carece de principios morales y no siente la necesidad de buscarse justificaciones o mecanismos de desvinculación.

Para encontrar la diferencia entre estas dos clases de crímenes, habría que hacer una cirugía psicológica al razonamiento y motivación estos dos tipos de ejecuciones. La del que asesina sin justificación alguna, necesita una cirugía complicada y nada segura, la cirugía psicológica de Anders Behring Breivik es sencilla, porque ha ofrecido todas las claves en un COMPENDIO (afirma tener escritos 3 volúmenes) de 1515 páginas que los criminólogos, espero, leeremos detenidamente para adentrarnos en las mentes criminales.

Confieso que las noticias sobre la masacre de Oslo y de la isla de Utoya hicieron que cambiara el tema que tenía pensado para el mes de julio. Como siempre, tracé mi esquema, pero nada más escribir las primeras líneas reviví los estados de ánimo por los que pasaba al leer mis escritos científicos: notaba que si no leía el manifiesto, al menos por encima, no tendría autoridad para hacer determinadas afirmaciones. Sobrevolaba unos cientos de páginas y retomaba la escritura. Pero de nuevo me asaltaba la necesidad de tener más conocimiento de la mente de este criminal, que contaba todo lo que pensaba, al menos aparentemente. Retomaba la escritura, y de nuevo me embargaban los pensamientos de falta de autoridad.

Finalmente, creo haber sobrevolado el monótono paisaje de esas 1515 página. Un paisaje árido y anodino. Muchas veces he tenido la sensación, como fotógrafo que maneja un poco los programas de edición digital de imágenes, que Breivik ha utilizado con exceso la herramienta de clonación.

Pero entre tanta repetición y estancamiento, he llegado a la conclusión de que con esas páginas se puede hacer todo un tratado de desvinculación moral y de autoeficacia para la delincuencia.

Este no es el caso descrito en el tema del mes pasado. Distinto del desalmado y carente de principios asesino de niños, el asesino noruego , por desgracia tiene demasiados “sofismas históricos y morales”.

Por desgracia sí, porque no existe mayor instigador para hacer daño que convertir las acciones criminales en problemas de moral, de reclamo de conciencia y responsabilidad.

Pero antes de esbozar algunos de los argumentos que aparecen en el DOCUMENTO, quisiera que te ubicaras en la mente de alguien que se ha pasado más de nueve años pensando en una sola dirección: la maldad de quienes por demografía y convicciones religiosas, el Islam , que por convicciones religiosas debe hacer la guerra santa a todos los infieles, y los neo marxistas multiculturalitas, que han infectado a la sociedad occidental de tolerancia para con las degeneraciones que han degradado los genuinos valores de la Europa “nativa”.

Me ha sorprendido la curiosa explicación histórico-ideológica de la implantación, especialmente en el mundo académico, de LO POLÍTICAMENTE CORRECTO, a partir de las ideas marxistas pasadas por la escuela de Frankfurt de Lukács, Wilhelm Reich Erich Fromm, y sobre todo de Herbert Marcuse y Theodor Adorno, autores a los que uno leyó en sus tiempos de joven universitario, pues eran de obligado conocimiento.

I’ve spent a total of 9 years of my life working on this project. The first five years were spent studying and creating a financial base, and the last three years was spent working full time with research, compilation and writing. Creating this compendium has personally cost me a total of 317 000 Euros (130. 000 Euros spent from my own pocket and 187 500 Euros for loss of income during three years). p.15

¡Más de nueve años dedicado a buscar argumentos para la defensa de la genuina y desfigurada Europa, apaleada durante siglos por el Islam y, desde la Segunda Guerra Mundial, por el solapado marxismo cultural que ha abrazado las ideas de libertad de Eric Fromm, la rebelión contra la autoridad de Adorno o la liberación sexual y el feminismo de Marcuse!. Sólo por disonancia cognitiva tiene que estar cargado de odio. ¡No se puede emplear una vida y todos los recursos en algo que nono merezca la pena o que sea una falacia!.

Y durante este tiempo se ha retroalimentado de energía moral para planificar y ejecutar una acción salvadora.

De todos los mecanismos de desvinculación moral propuestos por Bandura, sin duda, el que vuela sobre todo el documento de Breivik es el de la obligación moral de salvar a Europa de sus traidores y recristianizarla:

After all, we do not only have a right to resist the current development, it is our duty as Europeans to prevent the annihilation of our identities, our cultures and traditions and our nation states (p13). It is not only our right but also our duty to contribute to preserve our identity, our culture and our national sovereignty by preventing the ongoing Islamisation. (15).

Y esto se consigue causando, al menos inicialmente, mucho daño. Daño irremediable y no deseado, pero necesario:

“We do not want to do this, but we are left no choice….. Some innocent will die in our operations as they are simply at the wrong place at the wrong time. Get used the idea. The needs of the many will always surpass the needs of the few. Once you decide to strike, it is better to kill too many than not enough …. 846

Este mecanismo moral alcanza visiones de éxtasis cuando se apela al martirio: morir por la causa es la entrada en la inmortalidad de los héroes que se eternizan en la memoria de las generaciones posteriores salvadas con el propio sacrificio.

Embracing martyrdom is not something you suddenly decide to do, but it is a process that takes time and requires effort and self contemplation 854

They may physically kill a Justiciar Knight, but your name will be remembered for centuries. Your story will be told to future generations which will significantly contribute to the morale in the emerging Western European conservative resistance movement.947

En la teoría de Bandura, el mecanismo de desvinculación moral suele acompañarse de los eufemismos sanitarios o preventivos: a veces hay que amputar el miembro gangrenado para que no se apague la vida:

There are situations in which cruelty is necessary, and refusing to apply necessary cruelty is a betrayal of the people whom you wish to protect.

“Violence is the mother of change.”848

Pero que conste que la culpa no la tendrán los Pauperes commilitones Christi Templique Solomonici (PCCTS), que serán meros defensores de los ataques arremetidos contra Europa por sus enemigos. Estos son los que tienen la culpa. Que la culpa la tenga la víctima, es otro de los mecanismos de desvinculación moral, tan potente como el de la obligación moral Los nuevos cruzados de la futura Europa no hacen más que defenderla y reparar las injusticias perpetradas por sus enemigos.

Everyone needs to know that we are a purely defensive movement. We didn't start this fight that is leading us to cultural suicide. They did, the cultural Marxists/multiculturalists. We are simply doing what is necessary to protect European culture and to make sure we won’t end up under Sharia law.664

La manera de restablecer esta justicia arrebatada consiste en un golpe de estado. Eso, nada de andarse por las ramas, abatiendo a uno u otro aquí y acullá. Las cosas hay que hacerlas bien y de manera decisiva. No se recrea una Orden Militar nacida durante las cruzadas si no es para derrocar imperios, especialmente el Otomano o sus restos. O para desalojar del poder a los partidos que sostienen la traidora Unión Europea,

Thereby demand that our National Military Command immediately and without hesitation initiate preparations to seize political control of the country through a coup d’état, declaring martial law, suspending the constitution, securing the national borders, key institutions, arrest, try and execute all category A and B traitors and implementing cultural conservative rules and regulations (through military tribunals).816

Eso, eso. Una vez tomado el poder hay que sentar en el banquillo a quienes activa o pasivamente han traicionado las raíces de la identidad Europea. ¿Y de qué se les acusa?

-Llegado este momento he dudado si presentar todos los cargos que Breivik tiene contra los dirigentes europeos. Son muchos. Pero muchos (¡).

-Supongo que, habiendo dedicado más de nueve años a su estudio, han de ser muchos .No sé si su enumeración resultará aburrida.

Como verás son muchos y, sobre todo, muy repetitivos, pues al final me he dado cuenta de que si uno se detiene a leerlos despacio, encuentra todos los argumentos frecidos por Breivik para justificar la ejecución de 76 personas, con decidida intención de cometer un magnicidio. De verdad, si quieres hallar un resumen del farragoso documento 2083, repasa los siguientes cargos por los que cree que han de sentarse en banquillo de los acusados a los dirigentes y pensadores occidentales de los últimos 60 años.

1a. Aiding and abetting to cultural genocide against the indigenous peoples of Europe

1b. Aiding and abetting a foreign invasion/colonisation of Europe by allowing systematical Islamic demographic warfare (by the Global Islamic Ummah)

2a. Contributing to deliberately disallow Europe’s indigenous peoples from exercising the right to resist the Islamic invasion/colonisation through demographic warfare.

2b. Contributing to institutionalised persecution, discrimination, harassment, illegal monitoring, incarceration, torture and/or mental/physical abuse of any and all individuals who attempt to resist or oppose the Islamic invasion/colonisation of Europe through demographic warfare and/or cultural genocide. 781

2c. Aiding and abetting to cause the extinction of the indigenous Europeans’ by creating and/or maintaining the Marxist social structures which has lead to an average fertility rate of less than 1,5 among the indigenous Europeans.

3a. Contributing to deliberately and systematically preventing Europe’s indigenous peoples from exercising the right to self-determination.

3b. Contributing to undermine and destroy the Western European democracies by deliberately and systematically importing Muslim voters, encouraging to Islamic block voting and encouraging to Islamic demographic warfare for the purpose of increasing and/or growing voter base.

4. Contributing to deliberately exposing and thus endangering Europe’s indigenous peoples to individuals and groups who exercise a fascist, violent, discriminating and genocidal political ideology known as Islam. These individuals and groups are all members of the Global Islamic Ummah, who

5. Participation of indirect atrocities against Europeans.

7a. Indirectly or directly supporting and/or contributing to the creation, marketing and implementation of multiculturalism, an anti-Western hate ideology aimed at undermining the indigenous peoples of Europe and destroying European civilization and culture. Multiculturalism has never been about tolerance.

7b. Contributing to systematical ideological coercing and brainwashing (also known as thought reform or re-education) of the indigenous peoples of Western Europe in the attempt to modify people’s social and political philosophy and instilling certain attitudes.

¡Caramba! Esto ha sido como el ejemplo que pone D. Bem cuando introduce el tema de la autopercepción a partir de la conducta observada: Alguien a quien se le invita a tomar algo declina la invitación alegando no tener hambre o sed. Ante la insistencia de quien le invita se decide a tomar, intencionadamente, solo un pequeño bocado. Pero la conversación se anima, los contertulios hablan y alargan el brazo ingiriendo las distintas ofertas colocadas sobre la mesa. Transcurrido el rato de conversación, el invitado inapetente se da cuenta de lo mucho que ha ingerido y se admira: ¡No creía yo que tenía tanta hambre! Del acto de haber comido más de lo esperado deduce el comensal que su hambre era mayor que la que creía. De donde se deduce, afirma Daryl, que nuestro mundo interior se deduce de la percepción de nuestras acciones.

Pues, eso, que no era mi intención escribir tanto sobre el asesino de Oslo. Pero esto se ha alargado habiendo abandonado en el camino algunas ideas menores.

Dejo esta entrega aquí, pues me parece que lo escrito hasta ahora demuestra claramente cómo los asesinos que tienen principios morales, utilizan muy bien los mecanismos de la desvinculación moral.

Breivik no se quedó en la filosofía. Pasó a la acción. Y adelanto que pasó a la acción porque se sintió capaz, autoeficaz para ejecutarla. El tema de su autoeficacia para ejecutar la acción en la próxima entrega.

lunes, 27 de junio de 2011

LA DESVINCULACIÓN MORAL NO FUNCIONA CON TODOS LOS DELINCUENTES




Me escribe Bandura pidiéndome un resumen de mis conclusiones sobre autoficacia y delincuencia. Está escribiendo un libro sobre la desvinculación moral.

Responderle, con la precisión que exige una publicación científica, me ha obligado a repasar con detalle mis estudios sobre el tema. Releer los escritos propios puede acarrear sorpresas. Hasta el punto de hallar nuevas interpretaciones a los resultados ya publicados. Es una manera de levantar nuevas hipótesis. Es lo que me ha sucedido hurgando en mis escritos de desvinculación moral. Bandura, en Psicología, es el maestro por excelencia en levantar y perseguir nuevas hipótesis en los resultados de sus investigaciones.

No resulta fácil, en un contexto no académico, exponer con claridad investigaciones científicas

-¿Lo intentamos?

Vamos con ello!

Cada uno tiene la experiencia de haberse propuesto algo dificultoso y deseado: dejar de fumar, hacer ejercicio físico o iniciar una dieta saludable. ¡No todos fracasan en el conato! Hay personas que han dejado de fumar, que se ejercitan según sus planes o que terminan organizando su tiempo. Ayudar a los frágiles es tarea de psicólogos. Una estrategia eficaz consiste en generar confianza, autoeficacia. DiClemente, Marlatt o Schwarzer, dentro de la teoría social cognitiva, han diseñado las etapas de pre/contemplación, contemplación, decisión y mantenimiento que acometen escalonadamente los “conquistadores”.

Nosotros pensamos que todas estas etapas engloban un conjunto de acciones coordinadas, lo mismo que estudiar una carrera o que conducir un coche, que también son acciones complejas en las que interviene la coordinación de otras acciones más simples. Siendo una acción, sería adecuado medir hasta qué nivel y confianza las personas se juzgan capaces de ponerse metas, planificar lugar y momento, ejecutarlas, gratificarse o castigarse y llevar una monitorización estricta. A todo este proceso complejo lo denominamos Autoeficacia para la gestión personal. Los análisis psicométricos de nuestro cuestionario mostraron que la gestión personal tiene dos componentes o factores: el primero, hace referencia a todo lo que es la planificación y los procesos mentales; el segundo, a su puesta en práctica. Dicho sea de paso, parce que nos cuesta menos planificar que poner en práctica. Por lo que en la gestión personal de la propia vida hay que poner especial atención al cuándo, dónde, con quién y a pesar de qué dificultades se cumplirán los propósitos, cómo ponerse premios o castigos por cada pequeño avance, así como ejecutar las gráficas de monitorización.

En la gestión personal, a mí entender, hay un segundo componente: un compromiso moral. Ya lo he explicado varias veces en este blog: cuando uno se observa a sí mismo superando día a día las dificultades que aparecen, cuando al final de la jornada puede anotar en su gráfica de monitorización un nuevo escalón de éxito, gana en autoestima, que es una manera de crecer en moralidad.

-Acompáñame un poco más en mi razonar.

Si la gestión personal es, también, una manera de instalar la experiencia moral, queríamos saber qué relación tendría con los mecanismos de desvinculación moral. Para comprobarlo relacionamos nuestro cuestionario con los de la desvinculación moral y de autoeficacia para resistir las incitaciones de los compañeros que acosan cuando no se les sigue en sus fechorías. Tomamos prestados estos últimos cuestionarios de Caprara.

Los resultados, repetidamente encontrados, eran claros: por una parte, existía una correlación alta entre los mecanismos de desvinculación moral y el factor más intelectual o mental de la gestión personal. Interpretamos pues, como lo habíamos supuesto, que quien se propone algo empeña su autoestima, su valía, su moral, por lo que, cuando se incumplen los propósitos, hay que buscarse excusas, mecanismos morales explicativos. Es decir, hay que echar mano de los mecanismos de desvinculación moral. Por eso correlacionan alto los propósitos de mejora con los mecanismos de desvinculación, y negativamente con el juico de capacidad para ejecutar y para resistir las presiones provenientes de los compañeros.

Tal como habíamos expuesto en escritos desde 2002, para buscar mecanismos de desvinculación moral antes hay que haber estado vinculado moralmente. Parece lógico, ¿verdad?

Con frecuencia, cada vez con más frecuencia, nos horrorizan crímenes insospechados. Resulta difícil admitir que alguien pueda torturar a un niño de pocos meses hasta el punto de causarle daño grave. Apalear a un niño de meses durante horas y días sin que se conmuevan las entrañas, a veces las mismas entrañas que lo hospedaron durante meses, no puede concebirse. Resulta difícil entender a quien se coloca con una barra de hierro ante la cuna de un bebé, ver cómo le mira sonriente por ser de quien depende en su absoluta incapacidad para subsistir, y, en vez de acariciarle su sonrisa, batir el hierro sobre la fontanela no restañada produciendo un amasijo de sangre, huesos, ternilla y masa gris esparcidos por la reducida blancura de la cuna. Ninguno de los mecanismos de desvinculación moral son aplicables a crímenes semejantes: no la desvinculación moral, ni el eufemismo, porque ningún posible valor humano puede justificar una acción semejante; no la defensa de los propios ideales, tampoco la criatura es una escoria que ensucie la sociedad. Cuando tal acción se comete personalmente y los efectos llegan a los propios ojos, el propio tacto y la propia nariz, no vale ninguno de los mecanismos de difusión de responsabilidad ni de alejamiento de las consecuencias de la acción. Menos aún se puede buscar justificación en las acciones de la víctima, sin tiempo para haberse convertido en gusano a que aplastar o zorra a la que perseguir, con tiempo solamente para ser objeto de cariño y atención. Y protección. No es justificable, y sin embargo existen verdugos de bebés.

Tampoco es entendible que alguien se levante una mañana, coja su arma, blanca o de fuego, y salga a la calle a abatir a cualquiera que se le cruce. Ninguno de los mecanismos de desvinculación moral pueden explicar semejantes crimines. No se puede entrar en la cabeza de quien decide, de repente, matar a alguien, a quien sea. Apostado tras un soportal o caminando por la acera, va observando a los transeúntes hasta que sin razón alguna, como pantera hambrienta que necesita saciar su hambruna de sangre, se dice: ¡“a este”!, y lo sangra con más desgarro que los que sufren los animales en el matadero.

Ninguno de estos crímenes tiene justificación que permita una desvinculación moral. Tampoco lo tienen quienes humillan, zahieren, insultan, acosan, castigan, abofetean, arrastran, encierran, violan a personas a las que prometieron amor y respeto. El infierno al que algunos someten a sus compañeros de pupitre o de mesa de trabajo con instrumentos y modos propios de una arquitectura en la que se mide gramo a gramo, minuto a minuto los límites de la estructura psicológica humana, parecen difíciles de justificar. Pero tales torturas las sufren personas con las que nos cruzamos en la acera, anónimos de encuentros fugaces.

Quienes cometen estos crímenes no buscan justificación. No la necesitan porque carecen de principio moral alguno. Los prinicpios morales no valen para todos los criminales.

Para tener justificación moral hay que tener moral. Para utilizar los mecanismos de desvinculación moral, hay que haberse vinculado moralmente. En nuestros estudios, sólo los que se proponen (tienen propósitos de ejecutar algo, que tiene valor y que les confiere valor) sienten la necesidad de acudir a los mecanismos de desvinculación moral. Y hay personas que no tienen moral.

-Eugenio, estás describiendo con precisión la conducta del psicópata.

-¿Y, qué? Los psicópatas existen.

-¿Lo dices tú, que has escrito contra ciertas concepciones de los psicópatas?

Sí, lo estoy escribiendo yo, sin apartarme en nada de cuanto he escrito sobre ciertas publicaciones de la conducta psicopática. Sería largo de explicar de nuevo. Pero esto no supone que la psicopatía se deba a un gen, sino a una conducta aprendida. Lo mismo que la buena conducta no se debe a gen alguno, sino que se aprende, se cultiva y se recompensa.

Los momentos evolutivos dentro de la obra de Bandura a los que pertenecen los párrafos, que voy a transcribir a continuación, son distintos de los actuales, cuando está escribiendo un libro sobre la desvinculación moral. Pero las conclusiones de estos párrafos, a lo mejor, deberían tenerse en cuenta a la hora de explicar y aplicar los mecanismos de la desvinculación moral. Hablan de como aquellos jóvenes que nos han tenido las condiciones familiares adecuadas, pueden estar impedidos para los principios morales.

It was further assumed that the conditions for the development and establishment of aggressive behavior patters are to be found in the parents’ techniques of handling the child, both in early and in current situation. In order for socialization process to be effective, certain minimal conditions must be present. The primary condition is the development of a dependency motive whereby the child learns to want the interest, attention, and approval of others. These secondary rewards my then be made conditional on the child’s conforming to the demands and prohibitions of his parents and society…… If both parents are completely rejecting and extremely punitive, a child may remain almost completely unsocialized. However, this extreme condition is probably rare
. ( Bandura y Walters, 1959, Adolescent Aggression)

Yo no he dicho que sean Corrientes, solamente que existen individuos carentes de valores y que, consecuentemente, no sienten la necesidad de buscar mecanismos de desvinculación moral para justificar sus pavorosas acciones.

jueves, 26 de mayo de 2011

CON PIES DE BARRO


Las celebridades se convierten en modelos a imitar cuando se las ubica en nuestras mismas coordenadas. Con frecuencia se ensalzan tanto sus cualidades, que parecieran recorren caminos singulares privilegiados. El modelado, el aprendizaje vicario es una de las fuentes esenciales de la autoeficacia, pero sólo cuando los modelos a imitar se parecen a los que se pide que les sigan. Si el imitador no llega a la conclusión de: “si él ha podido yo también puedo”, los modelos pueden ser fuente de indefensión e ineficacia.

Bandura es, sin duda, una de las celebridades en el campo de la psicología. Leyenda viviente, le apodan ya algunos. Los expertos de la historia de nuestra disciplina le colocan a la altura de Freud, Skinner o Piaget.

-¡Venga allá, no exageres!, Eugenio

-No lo digo yo, sino los historiadores de la Psicología, como Helio Carpintero en su discurso de ingreso en la Academia de ciencias morales, y también lo han dicho los jefes de los departamentos de Psicología americanos, cuando se les preguntó por los psicólogos actuales o históricos que más han influido en la Psicología. Palabra, ¡está documentado!

- “Por lo menos, he escrito tantos libros como estos “tipos”, contesta Bandura cuando se le pregunta por esta comparación.

Pretendo que esta sea la última entrega en la descripción de un momento determinante en la carrera intelectual de Bandura. Pero lo que pretendo, ante todo, es instalarle en el contexto terrenal, para que nos sirva de modelo.

Ya se ha dicho (él lo ha escrito):, nacido en una familia de emigrantes, educado en una escuela sin medios profesionales ni apenas libros. Necesitado de trabajar para costearse su carrera tanto en Vancouver como en Iowa. Obligado a terminar sus estudios en menos tiempo de lo programado, tanto en Vancouver como Iowa. Haciendo sus prácticas en Wichita Guidance Center, y considerando una oferta en Santa Rosa, cerca de la bucólica región del vino, combinando el trabajo clínico en un centro de servicio comunitario con la enseñanza a tiempo parcial en la Universidad de Santa Clara Junio

Bob Sears, a quien le comunica tal contemplación, se interpone en el camino ofreciéndole un contrato más estable en la Universidad de Stanford.

Pero, como insinuaba ( afirmaba) al final de mi última entrega en este blog, Sears le ofreció más que la estabilidad económica: le ofreció un cambio de rumbo en sus investigaciones y una nueva metodología: el estudio de la agresividad de los niños dependiendo del modo en que son criados en el ambiente familiar.

Lo que me interesa subrayar en este momento no es tanto ese cambio de orientación, sino cómo Bandura, al igual que todos los que se dedican a este apasionante campo del saber, suelen seguir las pautas requeridas por las circunstancias.

La doble tarea del profesor universitario: enseñar e investigar, no es nada fácil de compaginar. La preparación de la docencia, si quieres que tus alumnos estén al tanto de los últimos avances de la especialidad, exigen un contacto permanente con la literatura científica . Con la abundancia de escritos que se multiplican por segundos, cuando las investigaciones se publican antes en forma digital que en papel, estar día se convierte en un afán arduo e incluso angustioso. Nunca pude entender a quienes los papeles les mudaban “ la color”. Y acaso debería pedir perdón a tantos alumnos que esperaban recibir los contenidos del año anterior y se encontraban con otros totalmente distintos. Perdón también a todos, porque todos vieron cómo el esquema de la última case se modificaba y ampliaba entre clase y clase por haber leído algo nuevo sobre la materia que estaba explicando. ¡Pero esta es la “angustia del profesor”!

Junto a este afán, el profesor universitario ha de conjugar la investigación. ¿Qué es lo que suele suceder? Pues que las explicaciones de clase, lo que se lee para ser transmitido, crea dudas, objeciones, puntos de vista distintos, comparaciones con otros estdios. Es decir, nuevas maneras de investigar los mismos temas. Y de esta manera se alcanza el difícil equilibrio de enseñar responsablemente y que cada seis años pueda obtenerse un nuevo tramo de investigación que mantenga la autoestima.

Bandura, en el primer momento de su carrera investigadora, no se diferencia del común de los profesores universitarios. Por eso es un ejemplo a seguir y muy a seguir porque es uno de “los nuestros”.

Cuando tuvo que elegir el tema de su disertación o tesis doctoral, se acomodó a los temas que eran propios de Arthur Benton, su director: Los test de personalidad y los de percepción. Su tesis doctoral trata sobre la percepción del espacio en blanco en el test de Rorschach. Pero no lo estudia para diagnosticar clínicamente, sino perceptualmente, pues eso es lo que definía a Benton desde su estancia con Bender en San Diego cuando examinaban a soldados con lesiones cerebrales. Pero su primera publicación fue sobre un test de personalidad, el de la ansiedad como estado o como rasgo. (Quizás tuvo la suerte de no encontrar tales rasgos de personalidad, pues de otra manera no hubiera desarrollado su teoría del aprendizaje social ). Pero esta investigación está dentro de los intereses clínicos de Benton. Luego pública sobre la actitud de los psicólogos clínicos ante los pacientes. Pero esto es fruto de su estancia en Wichita con Brewer. Cuando se leen escritos del Director del Centro Comunitario de Wichita, se advierte la obsesión por analizar las reacciones de los profesionales ante la temática de a los casos que estaban tratando.

De repente es llamado a ocupar un puesto de profesor en psicología clínica en la Univesidad de Stanford. Su intención es continuar con lo que había aprendido en Wichita, pero eso es cercenado por la oferta de Bob Sears. Oferta de trabajo y metodología de Investigación: la entrevista sistematizada, cuantificada, a los padres para saber cuáles son sus consecuencias de sus patrones educativos en la evolución de la personalidad. Y en concreto, en la determinación de la agresividad de los adolescentes que viven en familiar no desestructuradas.

Siempre he explicado que este es el camino que abrió las puertas a las investigaciones sobre el modelado. Ahora quiero añadir dos consideraciones nuevas: La primera, que el miso Sears ya estaba investigando con los muñecos como modo de observar lo que llamaba la agresividad “fantasiosa” de los niños. La segunda que, a pesar de que Bandura haya dicho en sus entrevistas a Evans, que le causó un impacto inolvidable la lectura del libro de Miller y Dollard Social learning and imitation, no debe pasarse por alto que estos dos autores son los que publican con Sears el libro sobre la hipótesis de la frustración-agresión. ¿No sería Sears quien le indicó este camino? Lo que sí puedo afirmar es que las primeras investigaciones sobre la agresividad imitada de los niños no es más que una repetición de las investigaciones expuestas por Dollard y Miller en este libro.

Por cierto, dado que este libro me resultaba difícil conseguirlo a comienzos de los 80, le pedía a Bandura que me lo dejara. Lo que hizo con la generosidad que le caracteriza. Me lo traje a España, y tengo que confesar que albergué la tentación de quedarme con aquel tesoro de la historia de la psicología: ¡el libro que había cambiado el rumbo de las investigaciones de de Albert Bandura!. Pero no lo hice. Se lo devolví. Lo que sí tengo es la fotocopia del mismo, sacada del mismo libro que leyó Bandura.

La necesidad de compaginar docencia e investigación no finaliza en este momento de su vida. Continúa explicando psicología clínica en el Departamento de Stanford y siente la necesidad de explicar otros modos de intervención distintos de los fundamentados en la psicología dinámica disfrazada de conductismo. Se encierra en los sótanos de la biblioteca de Stanford y escribe: Psychotherapy as learning process, que, con el tiempo se convertiría en su libro Principios de modificación de conducta.

En conclusión: Bandura, especialmente en su estreno como investigador, se vio entrizado entre la docencia y la investigación, conjugando ambas exigencias al investigar sobre los temas que tenía que enseñar. Como tú y como yo, querido profesor.

Pero, como explicaba en mi escrito: Bandura voluntad científica, lo que suele suceder es que no se persiguen los caminos que abren esas investigaciones realizadas a merced de las circunstancia docente. Bandura sí lo hizo. Eso es lo que le distingue, a mi entender, de los demás o de la mayoría. Pero no es nada que no se pueda hacer. Sí, cada uno de nosotros puede o pudo ser un Albert Bandura.

¿No queda la impresión de que he destruido al mito? No es esa mi intención, sino la de mostrar que los mitos no lo son por las capacidades excepcionales heredadas, sino por la constancia en perseguir una idea. Y así, sí son modelos a imitar y fuente de autoeficacia personal.

miércoles, 4 de mayo de 2011

CAMBIO DE RUMBO EN MOMENTOS DE FORMACIÓN. II



En la planificación del estudio contamos con la asistencia del Dr. Lois Meerk Stolz y del Dr. Robert R. Sears, los dos nos dedicaron tiempo, pensamiento y esfuerzo en la tarea de que el proyecto fuera un éxito (Bandura y Walters, 1959, Adolescent Agression).

En la entrega anterior quedaba trazado el viaje de Bandura desde la Universidad de British Columbia, en Vancouver, hasta las estepas del estado de Iowa y su departamento de Psicología. Allí, además del título académico de doctor, encontró a Virginia Vans, su mujer.

En lo intelectual se encontró con un Director de Departamento, Spence, que le dejó poca mella, y con una mente abierta y un bolsillo generoso, Arthur Benton, que, como él, buscaba excelencia académica en el mismo Departamento.

Con seguridad que me he precipitado al decir que el conductismo de Spence on le dejó mucha mella. Su poca simpatía por el conductismo, aunque confirmada por el mismo Bandura, merece un tema exclusivo. No es el momento. En mi opinión, le imprimió algo más que el rigor experimental que reconoce abiertamente. ¿Alguien sabe que Bandura investigó con animales en puro condicionamiento conducta?

Ahora toca trazar la línea recta que desemboca en la elección de su tema y método investigación. Para descubrirlo hay que responder a la pregunta de por qué fue contratado como profesor en la Universidad de Stanford y cómo Robert Sears es su lanzadera teórica y meteorológica.

Robert Sears trabaja en el Departamento de Yale, con Hull y, más estrechamente, con Dollar y Miller. Sin olvidarse de que por aquellas fechas se casó con Pauline Sears, eminencia en temas de desarrollo infantil. Tres nombres que darán un giro a toda la psicología, pues son el punto de encuentro entre dos corrientes psicológicas (aparentemente) tan distantes como el conductismo y la psicología dinámica, pero tan idénticas que parten de las mismas hipótesis: la experiencia (es decir, el medio) decide los destinos conductuales de personas y animales. Sí, así de claro.

Pauline Sears acababa de finalizar su formación en Psicología clínica. Y la Psicología clínica de entonces (espero que no de ahora) tenía un matiz eminentemente interpretativo y dinámico. Neal Miller había pasado una temporada en Alemania en contacto con las escuelas dinámicas, y volvió a Yale con la idea de dar una cobertura científica a conceptos como la transferenci.a La experiencia de leer su artículo Theory and experiment relating psychoanalitic displacement to stimulus-response generalization (1948) no dejará indiferente a quien lo lea

Un apunte más hacia el encuentro de Bandura con estas nuevas visiones de la psicología: La famosa hipótesis de la frustración como causa exclusiva de la agresividad está firmada por Dollard, Doob, Miller, Mowrer y Sears. Hipótesis que, en realidad, es una manera de adentrarse de nuevo en el mundo de la psicología dinámica desde los supuestos del conductismo. Y de esta manera se introduce la teoría dinámica de la agresividad en las corrientes conductistas más puras.

Metido de lleno en esta interesante evolución intelectual, Robert Sears es invitado por la Universidad de Iowa, la misma de Spence, a dirigir un pequeño Departamento e investigar el bienestar de los niños. Dirección que asume desde 1942 a 1949

Contemporiza esta dirección con otra importante misión en la psicología norteamericana: Presidente de la Comisión que debía normalizar los requisitos para el ejercicio de la psicología clínica. Personalmente he leído los informes emitidos por esta comisión los años 1946,47 y 48. En el año 1946 se hace un primer informe sobre las Universidades que cumplen una serie de requisitos mínimos. De todos los Departamentos de Psicología mencionados, la Universidad de Palo Alto es la que menos requisitos cumplía. Sólo presentaba el primero de ellos: tener algún docente especializado en psicología clínica.

Reconstruyamos de nuevo la situación histórica: Sears y Benton coinciden en la Universidad de Iowa, aunque en distintos Departamentos. Pero tienen algo en común: Sears es el Presidente de la Comisión que elaboraba los criterios exigibles a los psicólogos clínicos para ejercer su profesión. Benton es el profesor encargado de la formación clínica de los estudiantes del Departamento en el que se doctora Bandura. Es de suponer que Benton y Sears se comunicaran sobre los temas que a ambos preocupaban.

En las reuniones de la Comisión Nacional para evaluar los criterios exigibles a los futuros psicólogos clínicos, hay un tema que se discute sistemáticamente: si han de poseer el título de doctor. Las actas de los primeros años aplazan esta exigencia para ser discutida en las reuniones siguientes. Finalmente, en una de las últimas reuniones, se somete este criterio a votación, y ganaron los que se oponían al requisito del doctorado. Tengo el convencimiento de que Sears votó a favor de que fueran doctores. En el año 1957, siendo ya Director del Departamento de Psicología de Stanford, otro Director Nacional para determinar los requisitos de los doctorados en Psicología, Ericksen, recoge una muestra de opiniones importantes sobre el tema. Una de ellas es la de Robert Sears, quien afirma En cuanto a la metodología, un psicólogo debería haber realizado algunos experimentos.

- Muchos datos juntos, Eugenio. Esto es un galimatías

- Estaba pensando lo mismo. Por lo que resumo y dejo para otro rato la influencia directa de Sears sobre la psicología de Albet Bandura.

Cuando a Sears se hace cargo del Departamento de Psicología de la Universidad de Stanford, con seguridad que mantenía su opinión de que los psicólogos clínicos debieran ser doctores. Buscando esta excelencia, se acordaría de su antiguo y, con seguridad, buen amigo Benton, a quien recurre para que le recomiende a alguno de sus estudiantes. Benton, protector material y espiritual de Bandura, se acuerda de su alumno preferido, que acaba de finalizar su año de formación práctica. Sears hace caso a Benton y contrata a Bandura. Cumplía con todos los requisitos de excelencia deseados por el nuevo Director del Departamento. Por eso, cuando, finalizado el primer año de contrato, Bandura le dice que ya tiene un preacuerdo para ejercer de psicólogo en una población cercana a Palo Alto, Sears le retiene y le promociona. Sirviendo así de lanzadera de una brillante carrera de investigaciones psicológicas.

La importancia de Sears en la obra de Bandura ¿se limitó a ofrecerle un puesto de trabajo, o trascendió a lo intelectual?

Como aperitivo a esta respuesta traduzco este párrafo de una investigación publicada por Sears en 1950: Las madres fueron entrevistadas, y la información grabada se analizó de manera que pudiera medirse la severidad con la que se castigaba la agresividad de los niños en casa. Los datos, por lo tanto, permiten una comparación entre la frecuencia relativa y la clase de agresividad mostrada por los niños tanto en la vida real de la guardería como en la fantasía, jugando con los muñecos bajo distintas condiciones de castigo en casa.

¿Recuerda esto en algo a las primeras investigaciones de Bandura?

Otro tema muy distinto pudo ser la relación posterior entre ambas eminencias. De eso nada sé. Solamente una experiencia personal. Sin duda la alumna predilecta de Sears era Eleonor Macobi, de reconocimiento mundial en psicología infantil. En mis primeras estancias en la universidad de Stanford, quise asistir a su curso de doctorado. Siempre me lo negó a través de su secretaria, pues a ella no lograba acercarme. Una de las veces logré “pillarla” de cara y me atendió. De entrada tuvo la negativa en la boca, pero al decirle que me interesaba por la teoría del aprendizaje social de Bandura, no dudó un momento en darme su consentimiento. ¿Por buena amistad? No me pareció, no fue esa mi interpretación.

En conclusión: parece que en lo vital y en lo intelectual Robert Sears, procedente de la estricta escuela conductista de Yale, exigente con la metodología científica, fue importante en la vida y en la la obra de Albert Bandura.

Habrá una tercera entrega .