Había terminado de dar un seminario sobre el testimonio infantil.
Al finalizar, era ya casi de noche, Antón Aluja, quien organizó el seminario, me
llevó a cenar a uno de los chiringuitos del Puerto de Barcelona. Pudo, incluso,
que, por deferencia, fuera uno que llevaba el nombre de Salamanca. Antón es psicólogo de la personalidad. Cuando
uno ha de charlar con una persona termina hablándose de lo que se tiene en
común. En este caso, hasta entonces, lo
que teníamos en común era la psicología, que ambos enseñábamos.
Sí, ya he dicho que Antón es psicólogo de la personalidad, la
rama de la psicología que trata de explicar y medir los rasgos que nos singularizan.
Es curioso que traten de buscan la singularidad manteniendo la existencia de ¿cinco,
cuatro, dos, veinte...? rasgos básicos desde los que nos definen.
Evidentemente, las combinaciones cuantitativas de esos rasgos son tan grandes que
cada uno termina siendo "una" personalidad. Aunque, en realidad, al final, se clasifica por
la introversión o extroversión, la mayor o menor ansiedad, el grado de asumir
responsabilidades. Y, también, en la práctica, todos los extrovertidos se
comportan de la misma manera. Desde
estos supuestos, el resto ya es coser y cantar: se elaboran unos test de personalidad que miden esos rasgos
básicos. Y, luego, por el simple hecho
de haber contestado a unas cuantas preguntas, determinan lo que ha sido y
será tu vida. Porque los rasgos de personalidad son estables e indiferentes a
tiempo o circunstancia o no son rasgos de personalidad. Los más osados sostienen
que son innatos o heredados, como el color de los ojos o las arrugas de pabellón
de la oreja.
Y como esto era lo que teníamos en común, la conversación, poco
a poco fue centrándose en este tema. Probablemente se originó después de una
expresión mía en la que expusiera mis dudas o mi negación de los rasgos de personalidad. Más allá del
origen del tema de conversación, los dos terminamos defendiendo nuestras
posturas con un cierto acaloramiento, acaloramiento entre amigos. Llegamos a
retamos apostando por quién era el psicólogo que más había influido en la
psicología. Como criterio objetivo elegimos las referencias bibliográficas. Antón
afirmaba que Eysenk, yo que Bandura. Aunque las relaciones personales
continuaron durante algunos años, no recuerdo que ninguno de los dos presentará
las pruebas de sus afirmaciones.
- Pues,
vaya Eugenio, ¿cuántas veces has defendido lo mismo?. En esto eres inamovible.
¡Como para no creer en los rasgos de personalidad!.
- ¡Ese
es un golpe bajo! ¿Te recuerdo que yo era psicoanalista hace muchos años?. La
ciencia, amigo, la ciencia, y no las imaginaciones. Porque la tierra se mueve
alrededor del sol.
Sí recuerdo cómo Saari, a comienzos de este siglo veintiuno, afirmaba que una de las teorías, que habían cambiado la psicología de los
últimos treinta años, era la cognitivo social de Bandura. Así mismo recuerdo
que en 1991 se publicó un estudio, basado en encuestas a historiadores de la
psicología y a directores de Departamento, a los que se les preguntó que nombrarar
a los psicólogos más influyentes de la historia y de la actualidad. Entre
los contemporáneos, Skinner ocupaba el primer lugar, tanto de los
historiadores como de los Directores de departamento. Bandura era el séptimo
para los historiadores y el segundo para los Departamentos.
Esta mañana, como de
costumbre, abro mi correo para ver si alguien se acuerda de mí. Jaume Masip me había puesto el siguiente mensaje: "estarás contento", a su lado un
emotipo sonriente. No podía sospechar a qué pudiera referirse. La respuesta
estaba en el siguiente link, que me adjuntaba: http://digest.bps.org.uk/2014/11/who-are-most-eminent-psychologists-of.html. Si tienes la misma curiosidad que tuve yo ábrelo.
Es una página de
Research Digest. Su título : Quienes son
los psicólogos más eminentes de la era
moderna. Verás una foto de Bandura. Abre el artículo con la siguiente
afirmación: Hace doce años el conductista
B.F. Skinner presidía la lista de los 100 psicólogos más eminentes del siglo veinte,
seguido de Jean Piaget y de Sigmund Freud. Ahora, el equipo dirigido por
Ed.Diener ha utilizado sus propios criterios para elaborar la lista de los 200
psicólogos más eminentes de la era
moderna (i.e. gente cuyas carreras se desarrollan principalmente a partir de
1956). Aquí están los "Top 10": Albert Bandura, en el primer puesto,
Jean Piaget, Daniel Kahneman, Richard
Lazarus...."
Si quieres conocer qué
criterios han utilizado, lee el artículo. Aunque ya te los imaginas.
- Jaume tenía razón: me alegré
y le mandé un correo a Bandura felicitándole.
Jaume me lo envió porque sabe de mi amistad con la persona y por
mi identificación con sus teorías, una de cuyas pruebas es el título de este
blog. También me alegro por mis alumnos que, como me enviaba sus manuscritos
antes de publicarlos, estuvieron siempre al día de la mejor psicología
científica.
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