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sábado, 1 de mayo de 2010

YA ES HORA DE QUE ME LLEVEN

En el patio de la facultad de Psicología de la Universidad de Harvard se halla instalada una fotocopiadora. Introducir una moneda en su ranura da derecho a la reproducción de documentos.


Ellen Langer y sus colaboradores eligen este comportamiento para demostrar que el lenguaje puede ser un instrumento que hurte a las personas el control de sus acciones. Lean y juzguen.

El colaborador de los investigadores, desconocido en la Facultad, abordará a los usuarios de la fotocopiadora pública. Les tanteará según la decisión del azar. A un tercio de los usuarios les dirá: por favor, ¿me permite sacar una fotocopia? Al segundo tercio les pedirá: por favor, ¿me deja sacar una fotocopia porque tengo que sacar una fotocopia? Finalmente, al último tercio les explicará: Por favor, ¿me deja sacar una fotocopia porque la necesito para la clase que estoy comenzando?

Sin que te lo haya pedido, has concluido que los abordados de los dos primeros grupos han continuado sacando sus fotocopias pues también ellos están duplicando documentos porque necesitan duplicarlos. Cederían su puesto, únicamente, a quien le comunicara su urgencia, pues ¿quién no ha lamentado un olvido que arruinó una actuación a la que le había dedicado horas de preparación? La razón que esto últimos le ofrecen es potente.
Parece lógico. Pero no es Psico-lógico

- Pues, en contra de lo que estás pensando, no fueron solamente los de la urgencia los que lograron arrebatar al usuario el dominio de la fotocopiadora. Se lo arrebataron por igual los del grupo segundo que oyeron el mismo porque que los despistados del tercer grupo…. Ambos grupos se diferenciaron del primero.


- ¡Increíble!. La razón que ofrecen no es válida. ¡Obviamente si estaban sacando una fotocopia era porque tenían que sacarla!


- Cierto, pero la conjunción "porque" les cerró su mente (mindlessness) para procesar que la razón era inapropiada.

Suponían los investigadores que cuantos escucharan la palabra porque, detendrían el procesamiento de la información, dando por supuesto que las razones que se aportasen serían auténticas.

A este dar por supuesto lo llaman adecuadamente compromiso cognitivo previo. Fenómeno que se cobija bajo el paraguas más extenso que llaman mindlessness: no procesar ni tener en cuenta todas las circunstancias que rodean la toma de decisiones. De esta manera, y sin recurrir a magia alguna, pueden robarnos el dinero al darnos la vuelta de una compra,  nos cobren de más en una gasolinera (sobre todo en la que nos sirven) porque suponemos que el contador del surtidor se ha puesto a cero. Tampoco nos preparamos para la enfermedad porque enfermos son los demás. La mayoría de las personas no se adaptan al paro o a la jubilación porque nunca han pensado qué harían se hallara en esas circunstancias y cuando les llega la hora segura no tienen armas acumuladas para afrontarla  y se hunden, por carecer de iniciativas, hasta dejarse morir lentamente.

-¿Qué vas a ser de mayor? Pregunto a quienes me comunican su jubilación

No es que estas situaciones nos pillen por sorpresa. Todo lo contrario, nos pillan muy concienciados por haber aceptado los compromisos cognitivos previos que los demás nos han impuesto. El lenguaje es uno de los más perversos instrumentos utilizados por la sociedad para inutilizar a las personas.

Vivimos en un mundo caótico, nos cuentan los pensadores de última hora. La mente humana no puede vivir en la incertidumbre, en el caos, dicen desde siempre los psicólogos. La palabra que da nombre a una porción del caos es la cámara fonográfica que deja atravesar por su objetivo, en fracciones de segundo, una mínima cantidad de rayos de luz y los convierte en imagen a la que se da valor de copia de la realidad. Una vez captada y visualizada, nos olvidamos del caos de su procedencia. Una vez visualizada, como en las sombras de Platón, le damos el valor de evidencia de la  única realidad.

-Eugenio. No te disperses por tus conexiones psico-filosóficas. Porque ¿no irás a hablar también de las abstracciones aristotélicas o las reducciones de Brentano o de Husserl?

- Tienes razón. Mi intención es mucho más de andar por casa. Pero, eso sí, no me alejes de mi psicología científica y sus aplicaciones a la vida cotidiana .Por favor.

Lo que me ha inspirado el tema de este mes ha sido la reciente campaña de Antena3 y Onda Cero: PONLE FRENO. La excelente idea ha calado tanto que hemos colaborado mejorando el estado y la señalización de las carreteras. Con eléxito, los chicos han sacado pecho y este año han tenido la infeliz idea de expulsar del asiento del conductor a las personas mayores de 70 años. ¡Así, por la buenas! Todos los días oímos de tremendos accidentes de gente joven, casi nunca de personas de 70 años. Pero se meten con los “viejos”. ¡Anticonstitucionales ellos! Ya me imagino al conductor del vehículo, parado en el semáforo, bajando la ventanilla y gritándole al conductor de al lado: Viejo, ¡PONLE FRENO! La perversión de la campaña es aún más despreciable al haberse atrevido a poner a UNA POBRE VIEJA (mujer por supuesto) pidiendo que ya es hora de que la lleven. Mujer y vieja dispuesta a perder su autonomía teniendo que revelar al hijo (no tendrá dinero para el taxi) los lugares que visita, las compras que realiza y las personas con las que habla. Aunque, como buena madre, preferirá quedarse inactivas en casa para no molestar a los hijos. ¡Los pobres, tienen tanto que hacer!

Las investigaciones psicológicas están demostrando precisamente los contrario: la calidad de vida y la conservación de la actividad mental de las personas de tercera edad, (¡Qué caramba!, de los viejos) depende de que tengan proyectos. Hasta los centenarios siguen siendo más agudos mentalmente cuando tienen encargos y adquieren compromisos.

Ya sé que estas palabras suenan a exageradas, que van contra el sentido común. Los viejos tenemos que aceptar nuestras limitaciones y nuestra “quiebra final” (terminal drop, decimos pedamentemente en psicología). La campaña de Antena3 y Onda Cero son el reflejo de lo que piensa la sociedad. Son reflejo y serán causa del deterioro mental de muchas personas viejas.

Porque sé de ese irracional sentido común, me atrevo a traducir las siguientes palabras de E.Lange. Allá van en inglés, para que no se oxide a mi edad: A more direct measure of mindfulness is it s effects on physiological functioning. Rather than merely claiming that mindfulness promotes adaptative behavior, I prefer to make the stronger claim that the body begins to die as the mid ceases to deal with novelty…This “terminal drop” as it is called, may indicate a causal relationship from cognitive activity to illness and not, as usually supposed, the reverse.

Los científicos sabemos más por lo que leemos que por lo que nosotros hayamos aportado. Pero he logrado que jóvenes de 22 años se comportaran como viejos solamente por decirles que sus rendimientos, en una prueba de dirección de empresas, eran semejantes a los de personas de 57años. Son muchos los que han demostrado cómo las personas se mantienen vivas, felices, activas y productivas para la sociedad cuando mantienen su actividad cotidiana. También están más sanos, si tienen dolores los soportan mejor, consumen menos medicinas… En definitiva, colaboran menos a los gastos de la seguridad social.

Como psicólogo social sé del impacto de la narración de experiencias vividas. En esto se fundamenta el valor del testigo presencial. Este mes de abril HE RECIBIDO UN ENCARGO. He impartido un curso sobre los fundamentos de la creatividad artística. Desde el momento en que lo acepté, como por resorte, se me izaron todos los mástiles de la experiencia  docente. Mi mente volvió a ser una tela de araña despertando y relacionando conocimientos invernados. Doy fe de que gané personalmente con aquel encargo que tuvo agitada mi mente coordinando ideas, investigaciones, esquematizándolas, traduciéndolas al ordenador y representándolas en el PowePoint.

Las palabras crean realidades. Las palabras crean ideas. Las palabras crean conductas. También aniquilan realidades ideas y conductas. Leía recientemente una investigación en la que se demostraba que los alcohólicos que piensan que es posible recuperarse, se recuperan. Ninguno de los que carecían de esta creencia mejoraba con el tratamiento. Lo mismo se probaba con la salud mental y la actividad física de viejos participantes en terapias de mantenimiento saludable. Al tratar de hallar el origen de esas recuperaciones se halló que haber convivido con un alcohólico que abandonó la bebida o haber tenido un abuelo activo era la causa de que los actualmente tratados pensaran que del alcohol se puede salir y que el viejo tiene algo más que hacer que esperar su final. Los viejos de hoy tienen la responsabilidad de cuidar de los que serán viejos dentro de 80 años. Todo depende del modelo de abuelos que les dejemos. Pura teoría sociocognitiva. Puro ejemplo de Bandura, que a sus 85años sigue plenamente activo en la Universidad.

Es injusta la campaña de Anena3 y Onda Cero. Es antisocial la campaña de PONLE FRENO DE ESTE AÑO. En momentos de crisis de la sanidad pública en la que uno de los mayores problemas es el consumo farmacéutico, la campaña PON LE FRENO, es antisocial, inoportuna, discriminatoria y poco previsora de lo que les espera cuando también a ellos les digan; ¡EH, VIEJO! ¡PONLE FRENO. La campaña está cargando la razón de quienes los discriminarán pasados pocos años.

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