La, política, como objeto de estudio e investigación, tiene rango de asignatura en muchas titulaciones universitarias. También en Psicología. En el área de Psicología Social existe la especialidad de Psicología Política.
A mediados de los años 80 le dediqué tiempo y publiqué sobre el tema. Algún sabio en la materia, clasificaba la implicación política en las siguientes o semejantes categorías: El intelectual (para quien la política es objeto de estudio. No suele afiliarse a partidos para no contaminar su juicio), el ideólogo (traductor de los principios intemporales de igualdad y/o libertad al idioma de los tiempos), el forense (lingüista perverso, encargado de que las palabras denoten algo y su contrario, según las decisiones de sus "jefes"), los afiliados (temporeros de campaña, inversores políticos que raramente obtienen beneficios), los convencidos de las ideas (unos afiliados y otros no, pero votantes seguros) los viscerales (capilleros en guardia, cruzados de su santa ermita, prontos para desenfundar ante ataques reales o imaginados, negados para las razones). Obviamente, los indiferentes también tenían su casilla en el reparto (de ellos depende la dotación genética de la criatura política). Buscando en las listas de este reparto, la cartulina que porte nuestra identificación deben colocarla en la mesa de los intelectuales o en la de los indiferentes. Si llegaran a equivocarse, su desatino nos alistaría entre los convencidos por los valores del partido al que votamos. Pero, a voces, no en secreto de consciencia, admitimos, como dice Sabater en carta a su hijo, que no somos idiotas, que nuestro modo de pensar tiene una tendencia. Pero muy dispuestos a cambiarla si alguna nueva propuesta nos sintoniza.
- Eugenio, ¿no estarás siendo un lingüista perverso?.
- No, en manera alguna.
- ¿No estarás hablando tan impersonalmente porque quieres convencernos de tus ideas políticas?.
- No, y si así fuera, ¿No pensarás que vaya a desvelar el secreto de mi voto?
-¿Entonces?.
- Escucha. Este blog va de teoría cognitivo social.
Se ha elegido la clasificación de las implñicaciones políticas para prevenir malaentendidos al haber elegido el vídeo de la campaña electoral de Obama: "Yes we can" http://www.youtube.com/watch?v=OTQuAwVVQmw . Su elección se debe a coincidir o ser la definición precisa de autoeficacia, tanto personal como colectiva por lo que se ha seleccionado como eslogan para una nueva asignatura de Psicología Social.
En los días transcurridos del mes de noviembre hemos originado una forma de tutoría para ayudar a los alumnos temerosos o suspesos en psicología social. En el solemne lenguaje de las grandes organizaciones, o en el afectado de los opulentos, se calificaría como "coaching". Porque la tutoría que hemos planificado la Profesora Carmen Herrero y yo pretende lograr que los alumnos organicen su tiempo y forma de estudio, la llamamos gestión personal. Los alumnos han de oganizar su tiempo y modos de estudio. Cada uno a su manera. Contarán con nuestro apoyo todos los lunes ( o cuando nos lo pidan personalmente) para ayudarles en esa SU tarea. Sólo y totalmente SUYA. El eslogan de esta nueva forma de ayuda es YES WE CAN, SÍ,YO PUEDO. ¿Se entiende ahora que la elección del YES WE CAN no obedece a motivos políticos?
-¿Esperas que te explique en qué consiste esta nueva forma de tutoría?.
-¡No me lo estarás pidiendo en serio!
No es el secreto de la fórmula de los Nicanores de Boñar. Importa solamente que lleguen a la apreciación personal que conduce a la frase que define la autoeficacia: SI, YO PUEDO. YES, I CAN.
Mostrar el camino que lleva a ese convencimiento excede los límites de este tema, cuya verdadera intención es comparar la letra del vídeo de Obama con los efectos de la autoeficacia. YES WE CAN, SÍ YO PUEDO son la definición de autoeficacia, tan idénicos como el principio de identidad de Parménides.
Cuando puedan decirse sin engaño SÍ, YO PUEDO, les espera esta calidad de vida: Una sensación fuerte de eficacia intensifica los logros personales y el bienestar personal de muchas maneras. Las personas que tienen una gran seguridad en sus capacidades consideran las tareas difíciles como retos que han de ser superados en vez de amenazas que han de ser evitadas. Tal visión eficaz fomenta el interés intrínseco y una honda preocupación par la actividades realizadas por uno mismo. Las personas de esta índole se fijan tareas difíciles y mantienen un fuerte compromiso para con ellas. Frente a la posibilidad de fracaso, aumentan y reafirman aun más sus esfuerzos. Recuperan rápidamente su sensación de eficacia después de fracasar o ante los contratiempos. Atribuyen el fracaso a un esfuerzo insuficiente a una falta de conocimiento o de habilidades que pueden ser adquiridos. Se afrentan a las situaciones de amenaza con la seguridad de que realmente son capaces de ejercer un control sobre ellas. Esta perspectiva de eficacia conduce a logros personales , reduce el estrés y también reduce la vulnerabilidad de las personas a la depresión (Bandura. Discurso con motivo de su investidura Doctor Honoris Causa. Universidad de Salamanca).
Toda una aventura. Al regreso se mostrarán los resultados.
Te supongo inteligente y habrás ya entendido que una manera, no la más sustanativa, de conseguir el propósito consiste en repetirse muchas veces YES, I CAN. Un eslogan que no se repite no es eslogan.
El jueves, había creado ( si, yo había creado, ¡como suena!) un entorno receptivo a ideas políticas. El "YES WE CAN", oído, copiado, incrustado en una presentación power point, rememorado en el esquema de exposición coherente del día siguiente, habían propiciado la predisposición política. Al anochecer, en el acogimiento de la privacidad, me sentía cansado. Me poseía la indefinida vaguedad que , con seguridad, define el Limbo. Desganado para la iniciativa y anecesitado de escuhar y ver lo que te echen. Sintonicé la entrevista que Sánchez Dragó le estaba haciendo a Rosa Díez en Las noches Blancas glosando dos libros de la líder de UPD. Una vez más las casualidades que tuercen el caminoo premeditado o ya trillado. Rosa Díez me pareció distendida, cercana, alegre, vivaz, elegante de cuerpo y espíritu, con remembranzas emocionadas o desdeñosas, respetuosa, segura de su presente y de su futuro, fuerte, enérgica, pujante, con claridad mental y verbal, con fluidez verbal y mental, opuesta a pertenencias condicionantes, rechazando el voto opositor y a ceptando el convencido, el que satisface aunque no sea útil. Sus ideas sencillas e inteligibles: recuperación de la educación para el Estado, rechazo solidario de cupos históricos o recientes, independencia del Poder Judicial, defensa de la lengua común. Rosa era creíble, consistente, convincente, consecuente, creativa.
Por casualidad (otra vez la importancia de las casualidades) me había topado con un modelo de persona autoeficaz
El tiempo mudó de tarde a muy tarde. La duermevela repetía sin mucha consciencia: ROSA, YOU CAN, WE CAN, SÍ, PODEMOS,... YO PUEDO...PUEDO... Lento pianissimo del que no se recuerda su última vibración.
me repito yo puedo... pero no llego. Supongo que estoy muy cansada...
ResponderEliminarDe cualquier modo, gracias por sus palabras impresas y por su espiritu que se intuye.
Un abrazo
Profesor, su Yes I can nos fascinó a muchos cuando nos lo repetía una y otra vez en las clases de Psicología Social.
ResponderEliminarQuizás no se lo dijimos, pero salíamos de sus clases con una sonrisa y un ánimo que nunca hubiéramos imaginado.
Gracias por aquellas clases y felicidades por el blog.
Guadalupe (antigua alumna)
Nadie puede llegar de un solo impulso a conseguir la meta final. Nada se consigue sin esfuerzo. No hablo de fueza de voluntad, sino de un plan bien trazado, que llamo gestión personal, en el que cada día hay que ejecutar algo, aunque sea poco, en el camino conscientemente programado. Con un plan de pasos pequeños , uno solo cada día, nadie puede decir que no puede, porque nadie carece de capcidad absoluta alaguna. Apóyarse en la roca, grande o pequeña, como en la que te sientas en la forografía, pero en vez de mirarte mira al horizonte que quieres conseguir. Seguro que bajaste de esa roca.Seguro que lo hiciste despacito y poco a poco, luchando contra la gravedad de tu cuerpo y, al final, llegaste a casa. Llegar a convencerse que sí se puede es tan sencillo como dar esos pequeños pasos TODOS LOS DIAS. De pronto ec¡hamos la vista a trás y la distancia recorrida es viento a favor que atorna el paso en trote, y el trote en galope . Al final de la carrera, necesariamente ganadora, sentiremos la satisfacción de haber conseguido lo qu eparecía imposible. Pero no te creas que aquí finaliza la carrera, sino que es el apoyo para un nuevo empeño, estavez con un poco más de confinza en tus capacidades y con miras más altas. No es cuestión de voluntad, sino de estrategia para gestionar tu vida.
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