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sábado, 5 de diciembre de 2009

FUNDAMENTANDO LA CREATIVIDAD



-Eugenio, los médicos están asustados con la autoeficacia, me comentaba Bandura en 1991. Ellos, para cada especialidad, necesitan técnicas distintas. La autoeficacia, en cambio, ayuda tanto a los especialistas del corazón, a los endocrinos y a los reumatólogos.
Las colaboaraciones de Bandura con los investigadores del Hospoital de Stanford, fueron especialmente intensas durante los años ochenta, años en los que desarrollaba la teoría de la autoeficacia
En algunos de los temas anteriores he comentado mi interés por la forografía. Tanto, que asisto, como discípulo dócil, a las clases de Fotografía I de la Facultad de Bellas Artes de Universidad Complutense. He retomado y puesto a punto la cámara CANON AE 1-PROGRAM de mi mujer. Hasta hace poco yo apenas había tocado una cámara fotográfica. Todo ha sido fruto de la casualidad. (una vez más, los encuentros casuales determinan la vida).
Entiendo que es dificil, por estas fechas navideñas, encontrar el regalo adecuado, especialmente para los padres. Sin saber por qué, hace tres años, mis hijas me regalaron una cámara fotográfica Sony. En algún momento de distracción leí el manual. Para sorpresa de quien no sabía más que apuntar y disparar, entendí que había tamaños (¡si todas tenían las mismas diemnsiones cuando las recogías de la tienda!), horquillado de enfoque, diafragma regulable con los puntos f, obturadores con velocidades distintas, paisajes, caras, macro,una flor y un atleta dibujados en una ruedecilla, control manual y automático, preferencia a la velocidad o a la apertura. La gran sorpresa fue entender que la B permite tener abierto el diafragma el tiempo que quieras para recoger lo que pase delante de su ojo mágico, eleción del blanco y negro... Me intrigaron aquellos conceptos y quise entenderlos y manejarlos adecuadamente. A partir de aquellos días, entendí que la fotogradía era algo más que disparar. Viendo mi entusiasmo, al año, siguiente mis hijas me regalaron una Canon 400D. El regalo debía ser correspondido. Me leí el manual practicando cada paso en la cámara. Me los había enseñado la Sony. Pero eran muchos elementos a tener en cuenta en un milisegundo. El objetivo de 15-55 mlímetros (ahora sé qué es loque significa), se me quedaba muy corto. Entré en losforos de fotografía y a ese objetivo le llamaban "el pisapapeles". Había que buscarse nuevos complementos. Una cámara de fotos, tomada en serio, es un ejercicio constante de consultas y toma de decisiones.
He leído libros, me he adentrado en photoshop. Leídos dos, los demás repiten conceptos y a veces la mismas fotografías. Todos hablan vagamente de horas mágicas de la luz, de difusión de la misma, fotos planas al mediodía, del retrato que muestre la psicología o la profesión de la persona, de cómo jugar co los niños para poder obtener una toma aceptable de esa criatura encantadora que siempre sale mirando al "pajarito" de la cámara. Salvo raras excepciones referidas a photoshop, no merece la pena leerse muchos libros de forografía antes de saber fotografia
Mi arte fotográfico no avanzaba. Sobre todo no acababa de descubrir lo secretos de por qué algnas fotos me salían bien (sin exagerar) y otras rematadamente confusas, llenas de estorbos, y sin que se viese lo que yo había visto en aquel momento.
Pensé en hacer cursos especializados, pero los programas me contaban lo mismo que lo que había leído. Es más, desconfié de muchos de ellos porque estaban diseñados para personas en paro. Como yo ahora circulo entre la bibliografía científica sobre el aprendizaje continuo en la empresa, descofié de ellos por haber leído en investigaciones que los cursos para parados en España, impartidos por los sindicatos son poco efectivos.
A punto de abandonar la idea y seguir buscando , rato a rato, algo de foros y de libros específico, me llegó un mensaje que me comunicaba laposibilidad de maricularme en el curso de Fotografía I, de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Mi profesora: Carmen Moreno. He de afirmar que la idea me hizo ilusión, pues sigo creyendo que los profesores universitarios hemos tenido que pasar por pruebas de una o variada naturaleza para demostrar que se está preparado para la docencia. Me asaltaron luego las dudas sobre cómo compaginar las clases de fotografía con mis proyectos.
Llegó el primer día de clase. Estaba nervioso, lo confieso. Se me había olvidado estar sentado en los pupitres de los alumnos. Mi nerviosismo se tornó en desazón cuando la profesora comunicó que vamos a trabajar con cámaras analógicas y en blanco y negro. Aunque dejó muy clato que iba a enseñar la forografía para que la entendiera incluso aquellos que nunca hubieran tenido en sus manos una cámara. Ahí, más o menos, estaba yo.
Dejaré a parte las interesantísimas clases sobre la hitoria de la fotografía, en las que confirmé una vez más que los grandes avances se deben a las casualidades: Daguerre a quien se le rompe un mercurio; Abaton, al querer reutilizar un peltre o kalotipo se encuentra con que está más claro, cuando en realidad lo había desechado por inválido. En todas las ciencias o disciplinas muchos avances se deben a encuentros fortuitos sabiamente interpretados.Denuevo la confirmación de uno de los supuestos esenciales de la teoría cognitivosocial
Sí, he tenido que fabricar mi cámara estenopeica. He sacado fotos con ella, he hecho la escala de grises y varios y curiosos fotogramas.
Todo discurría normamente hasta que un día, esperando a que, en el pilón de lavado, un fotograma se liberara de los resto de revelado y fijado, me dice la "Profe" :
- El Departameno quiere que nos des un curso sobre creatividad. Piénsatelo y al final de la clase me lo dices
Me quedé perplejo.
- Vamos, que por ser psicólogo tengo que impartir un curso sobre creatividad.
Por una vez reprimí mi impulso a negarme. La creatividad no era tema que me hubiera preocupado durante mis años profesionales. Deseaba naegarme, sobre todo, porque me apartaba mi entretenimiento presente: Autoeficacia y formación continua en la empresa.
Seguí mirando, sin mirar, cómo los papeles multigrado, plasmando la creatividad que cada compañero había colocar bajo el foco de la amplidora, se emparejaban o se apartaban solitarios hacia algunos de los rincones de aquel cuadrilátero de mármol. Estaba pensando la respusta que iba a dar a Carmen. Pensaba negarme, pero el principio de la reciprocidad de Cialdini, me estaba traicionando: sí me dan, debo corresponder.
De repente se hizo la luz: la concepción de la mente como fija o como maleable, la no existencia de los rasgos de personaliddad, la teoría de Langer sobre la pérdida de control y, sobre todo, la autoeficacia como generadora de modos de salida en las situaciones difíciles, me parecía la conjunción más perfecta entre lo que estaba trabajando y EL FUNDAMENTO PSICOLÓGICO DE LA CREATIVIDAD. Esto es lo que, sindarse cuenta, estaban buscando.
Esperé largo tiempo en una banco del pasillo que mira hacia la salida del laboratorio. Mientras esperaba hice un esquema rápido de todo el curso. Cuando Carmen, tras dar la última vuelta al laberinto oscuro que conduce a la salida, apareció, la abordé:
- Ya tengo el título del curso!: Capacidad, creatividad y crecimiento personal.
Me pareció bordado. Además, pensé en todo lo que llevo leyendo los últimos meses sobre la necesidd de reunir en un miso equipo a profesionales de la más dispares disciplinas par encontrar ideas credoras qeu acrecienten y hagan competitivo el negocio. Estaba a punto de comenzar a escribir un capítulo sobre este tema, y lo añadí en el programa del curso. Quería demostrarles que no sólo los grandes artistas pueden vivir de su obra. Si se liberan de sus estereotipos, deben presentar sus curricula también a la empresa y hacerles comprender que los necesitan. Era la forma de redondear el curso de doctorado.
Nos despedimos. Me mandaría los papeles para formalizar el contrato dentro del progrma nacional para la movilidad del profesorado. Desde aquel momento comenzaba a ahormar el curso y distribuir mi tiempo de trabajo. ¡Acabado, "Fininis coronat opus".¡ Manos a la obra!
Al comenzar la clase de la semana siguiente, Carmen me advierte que le recuerde algo al finalizar. Problemas de burocracia, pensé. La profesora es amable, atiende personalmente a los alumnos, incluso les va examinando cada cámara, (de indefinidas marcas), que cada alumno le pesenta. Las conoce todas o sabe manejarlas al instante. Espero un cuarto de hora.
-¿Qué tenía que recordarte?.
- ¡Ah! (parecía haberse olvidado). ¡Ah,"Que si puedes dar una clase el própximo martes por la tarde, de seis a ocho". Ya está anunciada y quieren asistir algunos profesores.
-¿-Sobre qué?
-Sobre lo mismo que vas a dar el curso de doctorado.
Al llegar a casa me encuentro con un correo en el que se me indica todos los papeles que tengo que firmar. Entre ellos, el título de la conferencia.
Uno puede entender que enseñar a hacer una exposición con mayor o menor intensidad de luz para lograr extraerle los grises que no dan la cara, o aligerar la iluminación para que los blancos no se quemen, pueda pensar que los mismo que se da un curso de doctorado, se da un curso menor sobre el mismo tema.
Para mí, las cosas no son así. Cada clase es nueva, he de cambiar algo para no abuarrirme. Y si yo me aburro, no digo los alumnos. Necesito leer algo nuevo, anque no sea lo último que se ha publicado. Siento la necesidad de aprender y enseñar contenidos que tengan una chispa de novedad: nuevos datos y, sobre todo, una nueva relación entre conceptos. Pero es que sobre este tema no había pareparado nunca nada.
Todavía estaba pensando los contenidos del curso de doctorado y ya me tenían anunciada la conferecia para el martes siguiente. No tenía escapatoria. Bien que la intenté.
-Es el día que yo puedo asistir, me dice la fotógrafa, y quiero asistir. Otros profesores también han reservado ese día para ir a tu conferencia.
Me encontraba en ese punto en el que Dollar y Miller decían que se perdía el equilibrio entre los pros y los contras. Como el burro de Buridano, no tenía ya más remedio que elegir el pesebre de dar la conferencia. Debe reconocerse que eso libera a uno de la tensión de decidir. ¿Será por eso por lo que las personas piden consejo?
Elegí como tema : Fundando la creativida.
Sin prisa, arrojado a lo inexcusable, decidí tomarme el tiempo que me quedaba para leer y escribir la única idea que quería transmitir: lo apurada que es la vida de quien cree que las capacidades humanas son fijas, pétreas, iconmovible ante la erosión del tiempo y de las personas que la viditan. Como ejemplo se me ocurrió mostrar la enorme piedra de granito de El Capitán, del valle de Yosemite, en California. Allí sigue en posición de firme, con su pecho recto, mirando descarado al cielo, vigilando la entrada del valle que esconde cascadas impresionantes, inmensurables secuoyas, luces y sombras, espuma de cascadas por doquier despeñadas desde cercanos neveros que se remansan en lagos cristlinos donde arrancan riachuelos retozones poblados de peces intocables, satisfechos de ser observados y esperando que algún niño rompa la prohibición de larzarle una miga de pan.
El capitán vela armas dsde el tiempo de Heráclito. Hay autores que creen que la realidad psicológica es como el capitán. Otros creen que la realidad es como el agua que de nieve pasa a líquido claro, rodeada de bruma, espuma y nube lechosa, se remansa en los lagos que ella misma ha escabado golpeando sin descando el granito en su incesante caída libre. Recuperada del traumático alumbramiento, feliz con la vida nueva en que se ha mudado, decide explorar y se lanza valle abajo acariciando los guijarros, trampolines que la elvan dejándose atravesar, trasnparente, por los rayos de sol que el capitán no puede encadenar. Químicamene puede ser el miso agua, pero su vivencia profunda es dramáticamente diferente en cada uno de los estadíos por los qu va pasando. Es libre, no tiene forma definida ni permanente, auqnue arrastre (en su memoria) los recuerdos buenos o malos de los lugares que visitó.

El capitán granítico no puede ser creativo: a veces le iluminará el sol, otras le golpeará la lluvia, las más le envolverá la bruma. Uno puede quedarse la vida entera observándole y morirá sin que haya mudado un milímetro su frente erguida. En cambio, al agua, como al fuego, le divierten, porque constante, indefindamente camiará de forma, siempre en movimiento hasta que se apague.
El capitán está incapacitado para crear, el agua, como el fuego, están destinadas a crearse.
Las recientes investigaciones sobre las teorías de la mente, desarrolladas al amparo de los supuestos de Dweck, me ofrecieron el tema adecuado para explicarles que cuando alguien cree que las capacidades, las habilidades humanas son fijas, que al nacer ya se tienen una habilidades en cantidad limitada, como el celemín o el vaso, y que con el estudio, con el esfuerzo solamente pueden llenarse más o menos, pero nunca acrecentar su cavida, está limitadoo su capacidad creadora: su cratividad. En cambio, las personas que creen que las capacidades humanas son maleables, pueden crecer indefinidamente, so como elagua que busca nuevos caminos cuando unos se les tapona, estas personas están abiertas a la creatividad.
¿Cuál de las dos concepciones está más probada?. Según la teoría cognitivo social, la segunda, nunca los rasgos de personalidad han sido capaces de predecir la conducta inmediata del sujeto cuando están presentes otras variables como la autoeficacia o las metas precisas y exigentes. Más aún, la concepción que se tenga de la metas en el aprendizaje de tareasnuevas o en la creatividad: mostrar esa capacidad que la naturaleza, la herencia les ha asignado o acrecentar, desarrollar y tranformar el germen con que fueron inseminados, tiene consecuencias tan dispares como la luz y las tinieblas. Los primeros viven bajo la ansiedad de que el fracaso muestre su falta de capacidad, por lo que no eligen nada que no tengan certeza de ejecutar con éxito. El resultado de cada acción en un diaggnóstico de su capacidad fija. Por eso ejecutan siempre lo mismo. Mira, envidiosos los resultados de los demás para saber si tienen más capacidadd que ellos.
Los segundos, por el contrario, tienen espítutu explirador, los errores les generan alegría, porque no son fracasos, sino nuevas oportunidades de aprender a conseguir sus fines de manera más rápida y más segura. Alcanzada una meta, no tienen en cuenta los errores que han cometido para llegar a ella,ni el esfuerzo que les ha costado, sino los nuevos y más anchos horizontes que se les abren a su capacidad. Disfrutan del nuevo paisaje y se animan a sí mimos para adentrarse en lo desconocido. No mirana los demás, miran solamente a su propio progreso. Eso es la creación, esto es lo que fundamenta la creatividad.
Léase a Martocchio, Gist, Kozlowski, Tannembaum, Latham, Saks, Seijts, Quiñones, Garrido, Wood, Cervone y se encontrarán con la verdad de estas afirmaciones.
Pero, finalizaba yo mi conferencia, esto no es más que la mitad de la historia. Porque no basta con tener una concepción de las habiliades humanas como maleables, acrecentables, creables; las acciones tienen un aquí y un ahora, y la teoría de la Autoeficacia, que ha absorvida a la teoría de las metas y de la motivación, de la acción controlada de las actitudes, y también la de Dweck explica la concreta acción creadora
Pero en este tema, como en mi conferencia, eso queda para otro momento.