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martes, 29 de junio de 2010

LAS PESONAS CON ALZHEIMER NO SON NIÑOS DEFICIENTES MENTALES

A finales de los sesenta y durante el primer lustro de los 70 comienza a tomarse en serio la gravedad y la abundancia de los abusos físicos y sexuales infantiles. Los mejores estudiosos del tema atribuyen este logro a los movimientos feministas. Madres e hijos suelen ir en el mismo paquete. Con anterioridad, los abusos eran considerados excepcionales y atribuidos a demencia del perpetrador. Algún mal (o bien) intencionado mantiene que Freud se inventó la teoría de la sexualidad infantil para acallar su conciencia al no denunciar los frecuentes casos de pederastia confesados en su consulta. Ensordeciendo su conciencia, silenció a posibles acusadores. O, dicho más rimbombantemente, dio argumentos a la estricta moral victoriana de su tiempo.

Como en los demás procesos penales, las acusaciones han de probarse. Y el testimonio infantil no era admitido como prueba en los procesos judiciales. En Las Partidas, escribió Alfonso X el Sabio: Testiguar no pueden en los Testamentos… nin los que fueren menores de catorce años…”. Tales palabras de siglos se perpetuaron por los siglos en los ordenamientos procesales. La espeluznante historia de las Brujas de Salem se había alojado en la conciencia colectiva. En las Facultades de Derecho se perpetuaba la experiencia del belga Varendock, quien, en los años veinte, con preguntas sugerentes, logró que toda una clase de niños confesase haber visto lo que nunca sucedió.

Ante el dilema de la  evidencia de los abusos infantiles y la dificultad para autorizarles credibilidad procesal, el Gobierno de los Estados Unidos, en 1974, encarga a un hospital que paute los interrogatorios sexuales de menores. Los sesudos pediatras se dejaron guiar por los SUPUESTOS de la psicología dinámica y sus tests proyectivos. Admitido el SUPUESTO, la conclusión fue una aparición lógica: se puede dar credibilidad a los abusos sexuales infantilices utilizando muñecas anatómicas. Desde entonces hasta la actualidad, el uso de las dichosas muñecas anatómicamente correctas se instaló en los informes periciales de los psicólogos forenses. La evidencia científica, en cambio, no les ha otorgado su certificado, a pesar de la multitud de estudios publicados sobre el tema.

Ya he mencionado en ene este blog el proyecto de intervención en enfermos de Alzheimer en el que participo con Ana Ullán, Carmen Herrero, Juan Delgado, e Isabel Serrano de la Facultad de Psicología de Salamanca, así como con Manuel Belver y otros profesionales de la imagen y la asistencia sanitaria. El proyecto lo han denominado “ARS”, persiguiendo la hipótesis de curar mediante la actividad artística.

Hace unos días asistí en el Centro Nacional de Referencia para el tratamiento e investigación de esta enfermedad, ubicado en la ciudad de Salamanca, a un taller en el que Carmen Moreno, Adjunto de Fotografía en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, expuso la técnica de la cianotipia, de la que es especialista. La cianotipia permite crean imágenes utilizando componentes químicos y la luz del sol. Nada de cámaras u otros artificios ópticos. La exposición fue clara y práctica: establecimientos donde adquirir los componentes, su mezcla, impregnación de las cartulinas con la emulsión, la impresión de imágenes y su revelado. Un ejemplo son las fotografías que presiden este tema, realizadas por los enfermos del centro de Salamanca.

Con motivo de esta visita al Centro de Alzheimer de Salamanca, Elena Ingelmo, coordinadora de los proyectos de intervención e investigación, nos mostró los  sistemas de estimulación sensorial. Técnicamente me parecieron de una gran sofistiquez: pantallas que mutan su color al hablarles, sombras y formas proyectadas reptando lentamente por techos y paredes, acompañadas de los caprichosos reflejos porcedentes de una gran bola, mosaico de cristales,( propia de las discotecas), columnas burbujeantes que mudan forma y color al ser tocadas con la mano. Interesante la foca mascota que entiende y retiene el tono de voz, las caricias y las órdenes, simulando los gestos y sonidos de una bebé en brazos.

Ellos son los expertos. Yo no sé nada de Alzheimer ni he tenido la desgracia de observar la enfermedad en personas cercanas. Pero tampoco podía evadirme del juicio profesional que todo aquello me merecía, ni olvidar las imágenes que aparecen en los reportajes de medios de comunicación sobre esta enfermedad que despoja la identidad. En tales reportajes aparecen enfermos pasando formas geométricas de un lado a otro de un sinuoso laberinto metálico que se adquiere en las tiendas de juguetes infantiles.
Las explicaciones que justificaban el porqué de cada uno de aquellos sofisticados o infantiles artilugios me dejaban ecos de reflexión, indefinida sensación de inacabado. No hallaba la expresión que la identificara. Algo faltaba en todo aquello por lo que no terminaba de convencerme plenamente.

- Eugenio, me decía, ellos son los expertos. Tú no. Ellos están en contacto con los estudios más recientes, con los centros del mundo más avanzado. Acéptalo, te lo están diciendo.

La visita finaliza mostrándonos uno de los módulos donde se alojan los enfermos. Era ya la hora de la siesta y nos piden sigilo. En el centro del módulo un patio.

- Ven mira, me dice Elena, la coordinadora de los programas. Me muestra una parrilla rectangular colocada sobre una bandeja de aluminio.

- ¿Qué es esto?

- Un jardín flotante.

- ¿Para qué?

- Quiero que cada interno tenga una planta que cuidar.

Se me agolparon las investigaciones de Langer sobe la necesidad de controlar el mundo que nos rodea.

- ¿Por qué esto?

- Porque sería bueno que cada enfermo tuviera su propia planta.

- Ya .Cuándo vuelva a mi despacho te mando un artículo que te dará seguridad.

Aquella sensación de malestar que me había acompañado durante la visita desapareció: EL PROBLEMA ANIDABA EN LOS SUSPUESTOS que arrodrigaban los laberintos, los sonidos, los tactos, la mascota, las formas cambiantes... Y LOS SUPUESTO ERAN: que los enfermos de Alzheimer son asemejados a niños deficientes que necesitan estimulación precoz. Y, además, en estratos inferiores podía localizarse una añosa capa psicológica: la de los factores primarios de la inteligencia: razonamiento abstracto, espacial, matemático, verbal, etc.
- Sí, esos tests que nos pasan los psicólogos para medir el Cociente Intelectual (CI).

Todo el tratamiento me pareció entonces, y me parece ahora,  que se sustenta en estos dos pilares: NIÑOS CON NECESIDAD DE ESTIMULACIÓN PRECOZ PARA DESARROLLARSE Y FACTORES AISLADOS DE LA INTELIGENCIA QUEHAY QUE RECUPERAR.

¡Cuántas veces había oído la palabra recuperar aquella mañana! ¡Todo era para recuperar las facultades perdidas! Todo, menos la experiencia de las plantas en la que tenían que cuidar el futuro de una vida vegetal de la que se les responsabilizaba. Todo menos la experiencia del taller de cianotipia de la mañana, en el que había que crear  imágenes propias. No se trataba de repetir una y otra vez ejercicios que no dejan rastro. La planta se mantiene viva, crece, florece y muere. Las imágenes son distintas e inmediatas en cada instante y también atrapan el tiempo, dejan la huella de quien las ha creado. Tuve entonces la intuición de que el taller de la cianotipia no partía de los supuestos de la infancia necesitada de estímulos precoces, sino del punto de llegada en el que se encontraban los enfermos y desde el que se pretendía lanzarlos a un futuro.

- Eugenio, ¿un futuro para quien no tiene memoria?

- Sí, un futuro para quien ha llegado a un punto en el que le queda todavía por delante un camino. No se trata de recuperar el pasado (la memoria), se trata de presentarles tareas a realizar y cuyos resultados sean observables, palpables, comunicables, compartibles.
Yo no soy experto en Alzheimer. Quiero recalcarlo. Pero, desde los supuestos de la psicología sociocognitiva, opino que los enfermos de Alzheimer no deben ser tratados como SUPUESTOS NIÑOS deficientes. No sé cómo, pero intuyo (¡) que deben explorarse nuevos caminos a partir de nuevos supuestos psicológicos.

Lo mismo que las muñecas anatómicamente correctas fueron fácilmente aceptadas bajo los SUPUESTOS de la psicología dinámica y los tests proyectivos, los enfermos de Alzheimer reciben tratamientos bajo los SUPUESOS de ser identificados con niños deficientes de los factores primarios de la inteligencia.

Los ocupas sociales psicológicos identifican a los ancianos con los niños. Aceptados los supuestos no debe extrañar que se les niegue la capacidad de decidir y comportarse con la responsabilidad y la madurez que poseen.
 En el desarrollo de la experiencia de la cianotipia ya han aparecido signos de inseguridad, de incapacidad. Signos de ineficacia percibida. Signos de necesidad de que su trabajo sea aceptado, no ya por sus hijos, sino por sus nietos. Pero, con seguridad, estas experiencias merecen todo un tema en este blog.

martes, 25 de mayo de 2010

TORRENTE BALLESTER EN SALAMANCA. ENCUENTRO CASUAL


Al octavo mes ríes

Con cinco azahares

Con cinco diminutas

Ferocidades

Con cinco diente

Como cinco jazmines

Adolescentes

Estos son los últimos versos que he aprendido de memoria. Los aprendí junto a mis nietos, Gadea y Beltrán, hace dos semanas. Con tan sólo seis y cuatro años, respectivamente, tenían que comentar algunos versos de Miguel Hernández. Estamos de aniversario del llamado poeta pastor, muerto solo y abandonado en la cárcel de Alicante.

En las últimas semanas he vuelto repetidas veces a Salamanca. Deambulando por su Plaza Mayor, la he encontrado, como todos los años por estas fechas, enjaezada con las casetas de la feria del libro. El cartel que cubría el lateral de una de ellas me llamó la atención: una fotografía de Torrente Ballester con su firma innumerables veces repetida. Aquel diseño me recordó que, efectivamente, el 13 de junio cumpliría 100 años. Me extrañó que esta fuera la primera noticia del aniversario de su nacimiento. ¿Por qué unos centenarios se celebran más que otros? Respecto a Miguel Hernández lo tengo claro. El no homenaje nacional a Torrente Ballester, Don Gonzalo, creo, (sólo creo), tiene la misma explicación que la deferencia con Miguel Hernández. Recordar su nombre puede ser políticamente in correcto porque se ignora su itinerario intelectual y político Creo (sólo creo), por ser el pregonero de la primera manifestación de la Ciudad de Salamanca contra el desmantelamiento del Archivo de la Guerra Civil Española. Sus desafortunadas y, por él mismo lamentadas, palabras de “derecho de conquista” soplan en dirección contraria a lo que oficialmente se lleva.

- Eugenio, qué tiene que ver esto con el tema de tu blog? ¿Quieres mostrar a Torrente Ballester como autoeficaz?


- Nada de Torrente Ballester: ¡Don Gonzalo!.Lo quiero introducir porque es uno de esos encuentros casuales que cambiaron su vida y la de otras personas cercanas a él y que se iagnora.

Los salmantinos relacionan a Don Gonzalo con su Capital. En sus incesantes idas y venidas por distintos lugares de la geografía española y extranjera, halló el más largo reposo, en vida, en la Ciudad de Salamanca: 1975-1999, casi 25 años. Muchos le recordarán paseando cansino, bastón en mano, agarrado al brazo de Fernanda, subiendo la pendiente de la Calle Toro o dando la ritual vuelta a los soportales de su Plaza Mayor. Los visitantes que descansan en el literario Café Novelty se hacen fotos junto a su estatua, que ocupa allí permanentemente su silla, la de todos los días. Puede volverse a tomar café con él. Hasta hace unos años el Café Novelty se asociaba a la figura de Unamuno. Desde hace poco, la inmutable presencia de Don Gonzalo va relegando a Unamuno a su novela Niebla. Día llegará, pasadas muchas estaciones, en que su estatua tenga tantos poderes amorosos y académicos como la rana de la Universidad. Cada vez que visito el Novelty le paso la mano por el hombro y le susurro: Don Gonzalo, ¡cuántas hora pasadas juntos! No olvidaré su presencia entre el público que asistía a los ejercicios de mi oposición a Catedrático. Y obtuve la plaza.

-Veis, de verdad, su presencia tiene poderes de éxito académico.

Se encontró muy a gusto en Salamanca. Se extrañaba de su apacibilidad. Lo atribuía a la acogida que le dieron los salmantinos. Especialmente sus amigos más cercanos a los que dedicó, en portada, unidos para siempre en letra impresa, alguna de sus novelas. A mano conservamos otras dedicatorias: Para Isabel y Eugenio, con la esperanza de dedicarles, todavía, dos o tres novelas más. (La Isla de los jardines cortados). Para Isabel y Eugenio, a los que quiero tanto que no me atrevo a dedicarles esta novela (Fragmentos de Apocalipsis). Para Isabel y Eugenio con mi amistad cada vez más verdadera, cada vez más duradera (Dafne y ensueños).

Son pocos los que conocen cómo se estableció esta relación entre Salamanca y Torrente Ballester. Lo que sigue pretende ser un recuerdo afectuoso de los avatares que terminaron con sus días en Salamanca.

Durante los primeros años de los setenta, Isabel Criado, estaba trabajando en su tesis doctoral sobre Pío Baroja: La Personalidad de Pío Baroja. Inició la tesis con Lázaro Carreter, pero inmediatamente vino la desbandada de catedráticos ilustres: Lázaro Carreter, Sánchez Ruipérez, Artola, etc. a la Universidad Autónoma de Madrid, principalmente. Por este motivo se hallaba un poco abandonada de dirección. Se había pasado dos veranos en Vera de Bidasoa, en la casa de Pío Baroja, con el permiso de su sobrino Julio, leyendo, fotografiando material y hasta encontrando manuscritos de obras importantes de Don Pío, que religiosamente entregaba a Don Julio. Este era un poco huraño, decían las malas voces. A Isabel le tomó un especial cariño y pasamos tardes enteras charlando sobre su tío y sobre mitología del País Vasco. Entrábamos en aquel caserón lleno de libros, pluma y cámara en mano. Subíamos al primer piso y nos encerrábamos en el pequeño despacho de don Pío. Trabajábamos en la misma mesa donde escribió tantas de sus novelas y sus sagas. A mí, abducido por Freud en aquellos años, me tocó analizar uno a uno un libro de sueños que escribió durante su estancia en París.

Mucho material, muchas ideas. Pero la inseguridad del principiante busca rodrigón en los maestros. Don Gonzalo era conocido por sus acertadas críticas literarias, plasmadas en el Manual de Literatura Española Contemporánea y en los periódicos nacionales. Acaba de llegar de Albany y vivía en la Gran Vía madrileña. Logramos su dirección y acogió con amabilidad la petición de charlar con él sobre Don Pío. A partir de entonces, la relación se mantuvo hasta su muerte.

Comenzaban por entonces, en la Universidad de Salamanca, los Cursos de Español para Extranjeros, fundados por Don César Real de la Riva. Isabel era su Adjunta en la Facultad. Don César delegó en ella toda la gestión académica de los mismos. Veranos ajetreados los de los 70. Se creó un curso superior de filología al que fueron invitados TODOS los literatos de Todos los géneros en lengua española, tanto nacionales como extranjeros o exiliados. Aquellos cursos tuvieron, también su sección política. Es inolvidable la conferencia de Gil Robles. Don Gonzalo fue invitado por Isabel a dar un curso sobre la creación literaria, que sería el germen de su futuro discurso de ingreso en la RAE, apadrinado por Cela.

En la narración de esta historia es imprescindible introducir un nuevo personaje: Don Armando del Greco, Director del Departamento de español y portugués en la Universidad de Virginia. Junto con su mujer, Dña. Laura, iniciaron un título académico de Máster en Español ( ¡en aquellos tiempos!) dedicado a los futuros profesores de español en las Universidades Americanas. Ocupaba el Colegio Fonseca con sus alumnos durante todo el verano , para los que, además de asistir las clases normales, elegía profesores especiales. Era don Armando un hombre alegre, entusiasta, emprendedor, infatigable. Las dificultades eran su crecimiento. Muchos profesores de las Universidades españolas no aguantaron el recio control de calidad que D. Armando exigía. No le dolían prendas y se quedaba solamente con los mejor evaluados, al margen de su puesto académico.
Algunos de sus estudiantes tuvieron dificultades para obtener su licencia docente por no serle reconocidos sus estudios en Salamanca. Don Armando logró que vinieran evaluadores de Estados Unidos. Durante dos veranos visitaron las clases, hablaron con los profesores y alumnos, se adentraron en la rigurosidad de la administración, de los exámenes de ingreso y el sistema de calificaciones. Los cursos de Español para extranjeros de la Universidad de Salamanca fueron reconocidos en sus instituciones académicas. ¿Por qué Salamanca nunca ofreció un merecido homenaje a Don Armando del Greco?

La tenacidad de Don Armando, el rigor académico impuesto por Isabel Criado y la gran calidad de las enseñanzas de muchos profesores, que iniciaron su andadura académica en los cursos, los auparon internacionalmente hasta el punto de ser envidiados y copiados por otras universidades. En pocos años, de unos 200, pasaron a ser 3.000 alumnos y con ellos vinieron las compañías de teatro, los cantautores y la música pop del momento. Los prolegómenos de LAS NOCHES DE FONSECA.

Isabel recomendó a Don Gonzalo como profresor del Máster en Español de la Universidad de Virginia. Se hospedaba en el Colegio Fonseca. Triunfó como profesor,  tanguista y contador de historias.No he conocido a nadie que cantara los tangos como Don Gonzalo. Al finalizar la cena se sentaba el rincón izquierdo del salón de Fonseca, cobijado en la esquina que formaban la pared y la puerta de entrada. Se rellenaba en la butaca, con una mesita baja ante sí. Alumnos y profesores rejuntaban las sillas en su entorno. Las horas se hacían interminablemente agradables. Daba igual hablar de Ortega, de Laín Entralgo, de Alberti o Buero. Opinaba sobre todo. Contaba historias de su Galicia natal, de cómo aprendió a leer tirado en el suelo mientras escuchaba historias de marineros y de meigas. Dos, tres y hasta cuatro años visitó Salamanca a comienzo de los setenta

Un día nos comunica su decisión: me he dado cuenta de que en Salamanca me desaparecen los achaques que padezco. Me encuentro muy a gusto aquí. He hablado con Fernanda y hemos decidido venir a vivir aquí. En el próximo concurso de traslados voy a pedir Salamanca. Recibimos aquella noticia con agrado.

A partir de aquel momento él se puso a preparar los papeles y nosotros lugar donde albergar a sus siete hijos y el matrimonio. (Solía contar, con chanza, cómo alguna mujer le llamó misógino).Tarea nada fácil. Finalmente encontramos un piso grande en la calle Toro. Era del Sr. Jaén, un comerciante de Salamanca. Lo acababa de reformar y tenía mucha preocupación porque se los trataran bien. Le hablamos de la personalidad de don Gonzalo y terminamos, con muchas dificultades, convenciéndole. Don Gonzalo hizo dos o tres viajes a Salamanca para dar su consentimiento a lo que íbamos proponiéndole. Todo parecía encajar.

Llegó el momento de elegir plaza y la eligió. ¡Vaya que si la eligió! Equivocadamente eligió un instituto de Cuenca. Se desasosegó mucho.

Era Delegado de Educación Isidoro González, al que conocíamos por compartir amigos. Ya le habíamos hablado de la llegada de Don Gonzalo a Salamanca. Estaba contento. Incluso habíamos propuesto que le liberase un poco de clases y le permitiera dedicarse más a su escritura. Durante unos días todo el proyecto se aplanó. Pero, finalmente, y no me digáis como, Isidoro nos dice que don Gonzalo debe hacer una rectificación. El Ministerio admitió la rectificación y don Gonzalo llegó a Salamanca con Fernanda, su mujer, con Fer, Fran, Álvaro, Jaime, Juan, Luis y José, este último de 6 años. Impartió clases en el Torres Villarroel. Vivieron unos años de alquiler en la calle Toro. Desde la ventana de su estudio se veía la Torre del Aire, por lo que sus crónicas dejaron de llamarse Cuadernos de la Romana y recibieron el título de La Torre del Aire.

Todos los años los alumnos de Literatura Española Contemporánea leían alguna de sus obras. Y solamente en las clases de Isabel Criado tenía voz universitaria “el Señor de las Palabras”. Voz que otros le negaron porque, durante mucho tiempo, despreciaron la calidad de su palabra escrita. Don Gonzalo pudo así, todos los años satisfacer su profunda vocación de profesor universitario.

Con el dinero ganado en alguno de sus premios, quizás el Príncipe de Asturias y los derechos de autor de Los gozos y las sombras, se compró el piso en la Gran Vía. Especialmente en este último, al calor de la chimenea encendida, cenábamos muchas noches. Las conversaciones amenas, cultas. Detrás de sus abundantes dioptrías se adivinaban sus ojos inteligentes que se restregaba con la mano o acercaba en exceso al texto. Cuantos tuvimos el honor de escucharle tenemos el convencimiento de que muchas de las novelas que luego publicó nos las contaba en aquellas noches de tertulia fecundadas por leyendas gallegas.

Una vez más, como defiende la teoría cognitivo social, las casualidades hicieron que Torrente Ballester y Salamanca, se ahijaran para siempre. Pena que su herencia literaria no permaneciera también en la ciudad.

Así fue como Torrente Ballester aumentó la lista de literatos ilustres que hicieron famosa la Ciudad del Tormes. Y si os la cuentan de otra forma, es mentira.

sábado, 1 de mayo de 2010

YA ES HORA DE QUE ME LLEVEN

En el patio de la facultad de Psicología de la Universidad de Harvard se halla instalada una fotocopiadora. Introducir una moneda en su ranura da derecho a la reproducción de documentos.


Ellen Langer y sus colaboradores eligen este comportamiento para demostrar que el lenguaje puede ser un instrumento que hurte a las personas el control de sus acciones. Lean y juzguen.

El colaborador de los investigadores, desconocido en la Facultad, abordará a los usuarios de la fotocopiadora pública. Les tanteará según la decisión del azar. A un tercio de los usuarios les dirá: por favor, ¿me permite sacar una fotocopia? Al segundo tercio les pedirá: por favor, ¿me deja sacar una fotocopia porque tengo que sacar una fotocopia? Finalmente, al último tercio les explicará: Por favor, ¿me deja sacar una fotocopia porque la necesito para la clase que estoy comenzando?

Sin que te lo haya pedido, has concluido que los abordados de los dos primeros grupos han continuado sacando sus fotocopias pues también ellos están duplicando documentos porque necesitan duplicarlos. Cederían su puesto, únicamente, a quien le comunicara su urgencia, pues ¿quién no ha lamentado un olvido que arruinó una actuación a la que le había dedicado horas de preparación? La razón que esto últimos le ofrecen es potente.
Parece lógico. Pero no es Psico-lógico

- Pues, en contra de lo que estás pensando, no fueron solamente los de la urgencia los que lograron arrebatar al usuario el dominio de la fotocopiadora. Se lo arrebataron por igual los del grupo segundo que oyeron el mismo porque que los despistados del tercer grupo…. Ambos grupos se diferenciaron del primero.


- ¡Increíble!. La razón que ofrecen no es válida. ¡Obviamente si estaban sacando una fotocopia era porque tenían que sacarla!


- Cierto, pero la conjunción "porque" les cerró su mente (mindlessness) para procesar que la razón era inapropiada.

Suponían los investigadores que cuantos escucharan la palabra porque, detendrían el procesamiento de la información, dando por supuesto que las razones que se aportasen serían auténticas.

A este dar por supuesto lo llaman adecuadamente compromiso cognitivo previo. Fenómeno que se cobija bajo el paraguas más extenso que llaman mindlessness: no procesar ni tener en cuenta todas las circunstancias que rodean la toma de decisiones. De esta manera, y sin recurrir a magia alguna, pueden robarnos el dinero al darnos la vuelta de una compra,  nos cobren de más en una gasolinera (sobre todo en la que nos sirven) porque suponemos que el contador del surtidor se ha puesto a cero. Tampoco nos preparamos para la enfermedad porque enfermos son los demás. La mayoría de las personas no se adaptan al paro o a la jubilación porque nunca han pensado qué harían se hallara en esas circunstancias y cuando les llega la hora segura no tienen armas acumuladas para afrontarla  y se hunden, por carecer de iniciativas, hasta dejarse morir lentamente.

-¿Qué vas a ser de mayor? Pregunto a quienes me comunican su jubilación

No es que estas situaciones nos pillen por sorpresa. Todo lo contrario, nos pillan muy concienciados por haber aceptado los compromisos cognitivos previos que los demás nos han impuesto. El lenguaje es uno de los más perversos instrumentos utilizados por la sociedad para inutilizar a las personas.

Vivimos en un mundo caótico, nos cuentan los pensadores de última hora. La mente humana no puede vivir en la incertidumbre, en el caos, dicen desde siempre los psicólogos. La palabra que da nombre a una porción del caos es la cámara fonográfica que deja atravesar por su objetivo, en fracciones de segundo, una mínima cantidad de rayos de luz y los convierte en imagen a la que se da valor de copia de la realidad. Una vez captada y visualizada, nos olvidamos del caos de su procedencia. Una vez visualizada, como en las sombras de Platón, le damos el valor de evidencia de la  única realidad.

-Eugenio. No te disperses por tus conexiones psico-filosóficas. Porque ¿no irás a hablar también de las abstracciones aristotélicas o las reducciones de Brentano o de Husserl?

- Tienes razón. Mi intención es mucho más de andar por casa. Pero, eso sí, no me alejes de mi psicología científica y sus aplicaciones a la vida cotidiana .Por favor.

Lo que me ha inspirado el tema de este mes ha sido la reciente campaña de Antena3 y Onda Cero: PONLE FRENO. La excelente idea ha calado tanto que hemos colaborado mejorando el estado y la señalización de las carreteras. Con eléxito, los chicos han sacado pecho y este año han tenido la infeliz idea de expulsar del asiento del conductor a las personas mayores de 70 años. ¡Así, por la buenas! Todos los días oímos de tremendos accidentes de gente joven, casi nunca de personas de 70 años. Pero se meten con los “viejos”. ¡Anticonstitucionales ellos! Ya me imagino al conductor del vehículo, parado en el semáforo, bajando la ventanilla y gritándole al conductor de al lado: Viejo, ¡PONLE FRENO! La perversión de la campaña es aún más despreciable al haberse atrevido a poner a UNA POBRE VIEJA (mujer por supuesto) pidiendo que ya es hora de que la lleven. Mujer y vieja dispuesta a perder su autonomía teniendo que revelar al hijo (no tendrá dinero para el taxi) los lugares que visita, las compras que realiza y las personas con las que habla. Aunque, como buena madre, preferirá quedarse inactivas en casa para no molestar a los hijos. ¡Los pobres, tienen tanto que hacer!

Las investigaciones psicológicas están demostrando precisamente los contrario: la calidad de vida y la conservación de la actividad mental de las personas de tercera edad, (¡Qué caramba!, de los viejos) depende de que tengan proyectos. Hasta los centenarios siguen siendo más agudos mentalmente cuando tienen encargos y adquieren compromisos.

Ya sé que estas palabras suenan a exageradas, que van contra el sentido común. Los viejos tenemos que aceptar nuestras limitaciones y nuestra “quiebra final” (terminal drop, decimos pedamentemente en psicología). La campaña de Antena3 y Onda Cero son el reflejo de lo que piensa la sociedad. Son reflejo y serán causa del deterioro mental de muchas personas viejas.

Porque sé de ese irracional sentido común, me atrevo a traducir las siguientes palabras de E.Lange. Allá van en inglés, para que no se oxide a mi edad: A more direct measure of mindfulness is it s effects on physiological functioning. Rather than merely claiming that mindfulness promotes adaptative behavior, I prefer to make the stronger claim that the body begins to die as the mid ceases to deal with novelty…This “terminal drop” as it is called, may indicate a causal relationship from cognitive activity to illness and not, as usually supposed, the reverse.

Los científicos sabemos más por lo que leemos que por lo que nosotros hayamos aportado. Pero he logrado que jóvenes de 22 años se comportaran como viejos solamente por decirles que sus rendimientos, en una prueba de dirección de empresas, eran semejantes a los de personas de 57años. Son muchos los que han demostrado cómo las personas se mantienen vivas, felices, activas y productivas para la sociedad cuando mantienen su actividad cotidiana. También están más sanos, si tienen dolores los soportan mejor, consumen menos medicinas… En definitiva, colaboran menos a los gastos de la seguridad social.

Como psicólogo social sé del impacto de la narración de experiencias vividas. En esto se fundamenta el valor del testigo presencial. Este mes de abril HE RECIBIDO UN ENCARGO. He impartido un curso sobre los fundamentos de la creatividad artística. Desde el momento en que lo acepté, como por resorte, se me izaron todos los mástiles de la experiencia  docente. Mi mente volvió a ser una tela de araña despertando y relacionando conocimientos invernados. Doy fe de que gané personalmente con aquel encargo que tuvo agitada mi mente coordinando ideas, investigaciones, esquematizándolas, traduciéndolas al ordenador y representándolas en el PowePoint.

Las palabras crean realidades. Las palabras crean ideas. Las palabras crean conductas. También aniquilan realidades ideas y conductas. Leía recientemente una investigación en la que se demostraba que los alcohólicos que piensan que es posible recuperarse, se recuperan. Ninguno de los que carecían de esta creencia mejoraba con el tratamiento. Lo mismo se probaba con la salud mental y la actividad física de viejos participantes en terapias de mantenimiento saludable. Al tratar de hallar el origen de esas recuperaciones se halló que haber convivido con un alcohólico que abandonó la bebida o haber tenido un abuelo activo era la causa de que los actualmente tratados pensaran que del alcohol se puede salir y que el viejo tiene algo más que hacer que esperar su final. Los viejos de hoy tienen la responsabilidad de cuidar de los que serán viejos dentro de 80 años. Todo depende del modelo de abuelos que les dejemos. Pura teoría sociocognitiva. Puro ejemplo de Bandura, que a sus 85años sigue plenamente activo en la Universidad.

Es injusta la campaña de Anena3 y Onda Cero. Es antisocial la campaña de PONLE FRENO DE ESTE AÑO. En momentos de crisis de la sanidad pública en la que uno de los mayores problemas es el consumo farmacéutico, la campaña PON LE FRENO, es antisocial, inoportuna, discriminatoria y poco previsora de lo que les espera cuando también a ellos les digan; ¡EH, VIEJO! ¡PONLE FRENO. La campaña está cargando la razón de quienes los discriminarán pasados pocos años.

martes, 16 de marzo de 2010

CADA PALO QUE AGUANTE SU VELA





Bandura, en sus últimos escritos,  muestra preocupación por la degradación del medio ambiente. Para explicar esta irresponsabilidad, acude, una vez más, a sus mecanismos de la desvinculación moral: justificación moral de los actos inmorales, utilización de eufemismos que tergiversan la realidad, (generalmente de tipo sanitario), o que  nuestro daño es insignificante comparado con el que causan otros. Si las consecuencias de los actos peligrosos no son perceptibles, es fácil “tener descuidos”. Cuando el daño se comete como miembro de una corporación o grupo, las consideraciones morales se diluyen en la participación colectiva. No es infrecuente considerar las conductas que laceran el medio ambiente, como efecto secundario necesario de las necesidades que la vida impone . Y entre el bienestar de la naturaleza y el de uno propio, naturalmente, uno debe cuidarse de sí mismo.

La raíz de todos los desmanes ecológicos, para Bandura, está en la superpoblación del planeta. La madre Ceres ya no tiene leche para amamantar a todos sus hijos y cada año le (en) cargamos nueva prole. Bandura ridiculiza las políticas de las naciones desarrolladas que promueven aumentar el número de nacimientos por mujer en edad fértil. Su pensamiento, tendente al socialismo, su modo de vivir austero, le llevan a pedir una mejor distribución de las riquezas y a una mayor apertura hacia la inmigración de los más necesitados y su acogimiento ordenado por los países desarrollados, que los necesitan para su propia subsistencia.

Escribiendo sobe los temas de la superpoblación, recurre aquellas intervenciones realizadas en India, países latinoamericanos y africanos, en los que, aplicando sus teoría del aprendizaje mediante modelos y generando la  de percepción de autoeficacia colectiva, se ha logrado disminuir la natalidad y la pandemia del SID entre otros males de la era actual..

En el marco de consideraciones moralizantes, está su exigencia de que las teorías y las intervenciones psicológicas tengan alcance social. Aunque fuera eficaz, una terapia dinámica que emplea varias horas semanales a una sólo persona, no sería rentable, cuando con una hora de modelos televisados o de radiados, puede mejorarse el bienestar de un número indefinido de personas. Eso es lo que se ha logrado cuando sus teorías, bajo su supervisión,  se han encarnado en personajes de series televisivas o seriales radiados..

- Eugenio, confiesa.

- Sí, confieso que al leer estos artículos me dan la impresión de que caen lejos de mi latitud personal. Incluso me resultan aburridos.


- A mí también me resulta aburrido lo que llevas escrito hasta ahora.

Pero aproximándoles el foco, privándoles de la profundidad de campo que conceden los diafragmas cerrados y las distancias largas, se advierte que Bandura no sermonea y, por consecuencia, sus palabras no deben caer el desierto. La impregnación de las nuevas tecnologías que controlamos solamente en el manejo, pero pocas veces en sus insondables procesos de creación, están alimentando la sensación de incapacidad personal, de ineficacia. ¡Qué podemos hacer nosotros frente a los poderosos que controlan las nuevas tecnologías y los medios de comunicación! Ya ni nos molestamos en aprender los planos de las ciudades porque el navegador de nuestro vehículo o de nuestro móvil nos lo facilitan. Y de esta manera, pasamos tangencialmente por obras de arte que no admiramos, rejas artesanales que nos legaron herreros de no hace muchos años y que ya no volverán a repetirse. Un día desaparecerán vendidas a peso en una chatarrería, como vulgar hojalata. Mirando las líneas azules del navegador que marca nuestro caminar, atendemos sólo a la esquina en la que tenemos que torcer o la salida de la rotonda en la que debemos girar el volante.

- Dentro de poco colóquese a la izquierda


- En la rotonda, tome la tercera salida. Es la calle de destino.

Estos adelantos, a los que entregamos nuestro destino, nos están privando de la capacidad de control y de la responsabilidad . Día llegará en que las multas de tráfico se las derivemos a la compañía del navegador por no avisarnos de la velocidad debida, de la dirección adecuada o del acercamiento peligroso al vehículo que acabamos de embestir.

Si cada uno de los moradores de una región se sacudiera la responsabilidad o desistieran de controlar o preocuparse por su entorno, viviríamos caóticamente. Si cada individuo pensara que lo común pertenece a los demás, y que cada uno aguante su vela, todas las velas, también la suya, serían incapaces de mantenerse izadas. Ni Simeón el Estilita logró vivir aislado en su columna de quince metros de altura.

- Pero qué eso de lo común?

Los psicólogos sociales, ya desde los tiempos de Wund o  las teorías de la Gestalt, se han preguntado si el todo es más que la suma de sus partes, o si el grupo posee una psique propia más allá de la suma de las mentes individuales de sus miembros. Por más que Bergman, el filósofo de la ciencia y profesor de Bandura en Iowa, se mofara de Lewin, o que L. Alport viera inconcebible hablar del espíritu del grupo, la verdad es que el todo es más que el conjunto de sus partes y que el grupo es algo más que la suma de los individuos que lo integran. Por la misma razón por la que conducir no es la suma de pisar unos pedales y dar vueltas a una rueda.

Por eso, si cada uno aguanta sólo su vela está perdido. Si una pequeña, insignificante empresa se cierra, no  cierra solamente ella: también pierde su proveedor, y su transportista y el repartidor y los clientes que tienen que buscar sus productos en otro lugar y el señor de la gasolinera donde repostan y el banco que ganaba con el dinero que le confiaba, y la Visa que tiene un datafono menos. Sí, toda una cadena se desengarza cuando uno de sus eslabones se suelta.

- Cuando el palo que se cae está al lado del  que sostiene tu vela ¿también dices que cada palo aguante su vela?

Los supuestos, como decía Ortega, son lo importante. No supongamos que las nuevas tecnologías nos exoneran de la responsabilidad personal. No supongamos que nada podemos hacer para modificar el ambiente material y moral. Cuando uno levanta su vela de poco fuste, promueve que el viento, al impulsarla, levante también la que estaba pisoteada a su vera. Y dos verlas izadas pueden más que la suma de las dos. Al final todo el velero tiene sus velas extendidas y navega a muchos nudos.

¿Por qué se ha olvidado la teoría sociométrica de Jacob Leví Moreno, que definía la persona como átomo social incapaz de existir fuera de una célula y ésta fuera de un cuerpo del que forma parte?

El egoísmo más productivo consiste en ayudar para que a los demás les vaya bien.

lunes, 15 de febrero de 2010

EL ENCARGO

- Me parece que te falta un tema del blog. Me comentaron ayer.



- Sí, el del mes de Enero

Soy consciente del retraso, pero agrada el reproche. Es un alago caer en falta o brillar por ausencia. Había intención de recuperarlo, pero carecía de fecha. El reproche de ayer ocasiona la temprana dedicación de hoy.

Los temas para escribir se amontonan bajo la bola del alargado pisapapeles de mi mesa de trabajo. Cada uno clama urgencia, pero desde hace tiempo, cual pájaro carpintero, martillea el tema de la persuasión (uno de los modos de implantar la percepción de autoeficacia en las personas)

No quiero repasar cuál sea la definición que el Diccionario de la RAE otorga al vocablo persuasión. Opto por quedarme con lo que me evoca y la connotación que despierta, creo, en cuantos la escuchan: reconvención que pugna contra la experiencia personal.

- No puedo con esto. Es superior a mis fuerzas. Lo he intentado muchas veces y me siento ya incapaz de dejar de fumar, hacer ejercicio, llevar una dieta sana, dedicar el tiempo que necesito al estudio, no responder al teléfono cuando estoy concentrado, seguir con lo que estoy haciendo cuando lo imprevisto llama a las puertas de la atención, no comprar lo que me apetece y apenas cuesta, retener el balón un minuto más en un partido, dedicar todos los días un tiempo a la lectura o seguir el viejo consejo de “nula dies sine línea”.


- ¡Cómo no vas a ser capaz! ¡Todo el mundo es capaz! ¡Inténtalo otra vez y verás cómo esta vez es la definitiva! ¡El que quiere puede! ¡Sólo es cuestión de echarle ganas!

Pocas palabras alentadoras están investidas de la autoridad suficiente como para contradecir la experiencia personal de fracaso. Ninguna prueba es tan convincente en un juicio como ver al testigo levantarse en la sala y, apuntando con su dedo índice, señalar al acusado a la vez que afirma: ¡es él! Con estas palabras abre Elisbeth Loftus uno de los capítulos de su libro sobre el testimonio presencial. Cuando se discuten los detalles de un acontecimiento y aparece alguien que dice: ¡yo estaba allí!, enmudece el coro de las conjeturas para escuchar reverencialmente al solista presencial. Y ningún testigo más creíble como la experiencia personal.

La palabra, en general, tiene poco poder persuasor. Aunque, cuando la autoridad de quien la pronuncia es creíble, puede ser psicológicamente milagrosa.

En el contexto de la teoría cognitivo-social,  se considera que la mera palabra es la herramienta menos eficaz para generar autoeficacia. Este convencimiento se origina en la tesis doctoral del Blanchard, al demostrar que, frente a la ejecución personal y al modelado, la palabra carecía de poder de cambio o, incluso, producía efectos negativos. Baste esta anotación histórica. Seguir esta pista sería más propio de exposición académica que de charla entre amigos.

Sucede que las concepciones preconcebidas impiden buscar interpretaciones ulteriores. Las relaciones entre la persuasión y la autoeficacia se han reducido a la monserga moralizante. Pero pueden arroparse con atributos más irrefutables.

La historia siguiente no es ficticia. Está sucediendo.

Javi, es un jovenzuelo que trabaja en una empresa de reparto. Lo conozco hace varios años. A primera vista, prototipo del macarra que pasa de todo. Viste con desgana: pantalones largos, anchos, deshilachados por la lija de muchos suelos; a la sudadera gris (creo que siempre le he visto con la misma), estampada con los descuidados trazos de algún grafiti, le cuelga una capucha negruzca unida a la espalda con cordones descompensados, anudados en sus extremos a la ligera, para evitarse el trabajo de reinsertarlos. En unos de los lóbulos lleva enroscado un pendiente. Pelo rapado a ambos lados de su cabeza; cresta en todo lo alto, cresta de verdad que discurre de frente a nuca y se alarga en trenza sobre la espalda. Pero siempre dispuesto a cargar con el mueble más pesado, cuando Juan, el jefe de la expedición, se lo demandara. Entre mueble y mueble, bromea. Pero su porte expresa que no se siente responsable de nada. ¡Allá el jefe! ¡Yo soy un mandado!

Hace unos dos meses, tal como hoy cuenta Javi al preguntársele, Juan se sintió mal. Un dolor en el pecho y el brazo le estaba molestando durante todo el día. Tuvo algún mareo. Avisado el dueño de los camiones de reparto le ordena visitar al médico, quien le ingresa de urgencias y de urgencias es operado de un fallo coronario. El dueño de la empresa sienta al volante del camión a Javi. Ahora es él el jefe de expedición. Tiene que ser puntual en las recogidas y en las entregas. Tendrá que manejar cantidades de dinero, tendrá que organizar el trabajo de los compañeros.

No temáis lo peor. Al contrario, Javi es puntual, sabe coordinar la logística de las entregas y recogidas, utiliza las capacidades de sus subordinados con respeto y dando ejemplo. Los clientes no escuchan disculpas de retrasos debidas al tráfico: él espera por los clientes y nunca los clientes por él. Javi, el prototipo de macarra al margen de la norma, ha superado la eficiencia de Juan.

Pienso que esta es una manera de persuadir: encargando. Las personas se sientan eficaces para llevar a cabo cursos de acción que nunca antes habían ejecutado o que pudieran sentirse incapaces de realizar. Si alguien le entrega una responsabilidad a una persona le está convenciendo de que lo considera capaz y la persona ahora, sin que le dé tiempo a cuestionárselo, se considera capaz y ejecuta la tarea con solvencia. El encargo no es monserga ni discurso con moralina. Es una de las maneras de convencer de que se escapaz de ejecutar determinadas tareas o profesiones. Y esto es persuasión como generadora de autoeficacia.

El encargo conlleva el atributo de autonomía. Poca o mucha, pero al entregar a alguien la responsabilidad de un desempeño se le confiere, necesariamente, autonomía.

En este punto me resulta imposible no recurrir a uno de los autores que acabo de descubrir en mi actual preocupación por profundizar en la autoeficacia como rodrigón de la formación continua en la empresa. Me refiero a Nonaka y su teoría de la organización como generadora de conocimiento, de adaptación y la mayor fuente de riqueza empresarial en un mundo globalizado y extremadamente competitivo. Como condición indispensable para que las empresas generen conocimientos que cristalicen en nuevos y competitivos productos, está la autonomía de las personas: La autonomía individual ensancha la posibilidad de que los individuos lleguen a motivarse a sí mismos para generar conocimiento nuevo. La motivación personal enraizada en emociones profunda, sirve , por ejemplo en la creación poética como fuerza impulsora de creación de metáforas. Una sensación de autonomía y sentido es importante en un contexto organizacional. El propósito es la base de la conceptualización. La autonomía otorga a los individuos libertad para absorber conocimiento. (Nonaka, 1994)

¿Es que nunca se ha vivido la experiencia de encontrarse a solas con una nueva responsabilidad y autonomía y sentir la imperiosa necesidad de imaginar modos de desarrollarla?

En autoeficacia la autonomía otorgada o adquirida es una extraordinaria fuente de convencimiento y persuasión de sentirse capaces.

La persuasión, cuando es eficaz, produce milagros instantáneos en la percepción de capacidad de las personas. Y el ENCARGO es un buen argumento de persuasión, al que no se contra argumenta, si no que origina conocimientos, imagina situaciones donde desempeñar el CARGO.

viernes, 5 de febrero de 2010

LA AUTOEFICACIA PUEDE PERDERSE

Acabo de cerrrar el micrófono y arrancado los cascos de mi cabeza. Físicamente siento alivio. Psíquica y moralmente estoy satisfecho. He estado hablando por Skyper casi dos horas. Culpable del calor que siento en el pabellón de mis orejas y de la opacidad del timbre de mi voz, un seguidor de este blog, médico, dedicado a fomentar la gestión personal de la enfermedad en sus pacientes. Continuará..
Había echando en falta la creación del programa de Kate Lorig en España. En el año 91 me encontré con un medíco de Castellón en el Depatamente de artríticos del Hospital de Stanford. Parecía entusiasmado con las propuestas de Lorig. Estaba becado para participar en aquella experiencia. Durante algún tiempo retuve su dirección en mis sucesivas agendas. Intenté, luego, comunicarme con él. No lo logré. Él tenía, también, mi dirección. Non recibí llamada alguna. Mientras tanto leía investigaciones con excelentes resultados médico y psicológicos de lo pacientes crónicos. Me enteraba, con envidia, que el programa se extendía, como mancha de aceite, por Canadá, Nueva Celanda, Australia, amén de su acogida en los Hospitales de América del Norte.
Los reumatólogos del Reino Unido invitaron a Lorig con manifiesto escepticismo. Pasados los meses, en cambio, comprobaron los excelentes resultados físicos en sus pacientes, la lamenaza de la depresión de quienes, segundo a segundo, sientían el comecome de la carcoma del dolor en sus articulaciones, desaparecía. También se acreditaron ahorros significativos en medicamentos paliativos. La desconfianza inicial se transformo en acogida y recomendación para toda la asistencia Médica Primaria.
Pero, por fin, existe ya una asociación de médicos dedicada a la educación para la salud.
No es difícil de entender que las distintas profesiones tengan uina mirada distinta de la realidad. De la misma realidad. Un médico ha sido educado para resolver los problemas de la enfermedad cuando ya ha aparecido. Sus actos médicos se llaman intervenciones. Tiene también una tendencia a considerar más los aspectos físicos o fisiológicos de la misma. Introducirles, en este caso, en el mundo de la psicología, no es fácil. No es sencillo desmontar unos esquemas para levantar otros nuevos. La visión de la realidad que se adquiere durante los años de formación es la estructura sobre la que se sustentarán los elementos decorativos que, sucesivamente y a gusto de sus habitantes temporeros, le otorgarán refinamiento o gazmoñería. No es, pues, difícil de entender que los profesionales de la medicina que se acercan a los procesos psicológicos tengan alguna dificultad, no tanto para entenderlos, como para interpretarlos en sus matices esenciales. A los demás nos cuesta habitar las estructuras de otros profesionales. Sos defectos, limitaciones de fabricación. Nunca olvidaré a un excelente profesor de mis años jóvenes quien, despectivamente, si no poníamos interés en desentrañar el pensamiento filosófico de los distintos pensadores, sentenciaba: "hay defectos de fábrica que sólo se subsanan fundiendo la pieza y elaborándala ex novo".
A través del micrófono adosado a mis cascos, conectado a Skyper, intenté durante más de dos horas sumergir a mi interlocutor en el magma de los procesos por los que funciona cada uno de los mecanísmos psicológicos de la autoeficacia, aplicada a enfermos crónicos, como la obesidad, la artritis o la diabetes. El tiempo se le agotó. Quedamos en seguir charlando. Nos queda para rato.
- Eugenio, no busques excusas. ¿Por qué no lo hiciste tú?
-¿Es que no me has entendido?
-Pues no.
Te lo explico otra vez. El tema de la enfermedad es una tema médico. Quien carezca del título en Medicina y Cirujía corre el riesgo de verse en tribunales. ¿O es que ha finalizado la pugna entre psiquiatras y psicólogos clínicos?. No, todavía no. Imagínate a un psiicólogo tratando de intervenir en enfermedades físicas.
-¿Que no te extraña? ¿Que lo ves normal?
- No sabes lo que me alegro. Es un nuevo estadio de la psicología.
En el año 1969, por motivos personales, cambié de profesión. Un buen día tuve que renovar el DNI. Entonces los funcionarios de policía preguntaban la profesión. Psícólogo, me atribuí yo.
- ¿Qué?, me volvió a preguntar la funcionaria.
- Psi- có- lo-go. Con PS, le repliqué.
-!Qué profesiones más raras hay ahora!, refunfuñó la funcionaria.
Si tú ya ves normal que los psicólogos intervengan en los comportamientos de salud física, es que la psicología, además de ser la profesión que mejor se ha vendido en los últimos treinta años, está ocupando los campos que siempre debió poseer.
Una vez tuve la occurencia de hacer una especie de desafío científico con mi neumnólogo con la intención de demostrar que nuestros métodos eran más eficaces que los suyos para conseguir que las personas dejaran de fumar y se mantuvieran astemios. Mi compañero de Universidad, Miguel Barrueco (mi neumólogo) y yo habíamos logrado concitar a médicos de asistencia primaria y a psicólogos para realizar un proyecto ambicioso e interesante. Quizás porque quien lo coordinaba era yo y no el médico, la Junta de Castilla y León nos concedió 800.000 ptas. para financiarlo. ¡Si sólo el material que necesitábamos valía más, como se expresaba en el proyecto!. Y las personas encargadas de atender a los fumadores no podían, ni debían hacerlo gratis. Como el proyecto era inviable, tomamos la responsable decisión de renunciar a él.
Eestaba contento ayer porque la iniciativa venía de una asociación compuesta exclusivamente por médicos. Me desazonó un tanto que en el equipo no hubiera psicólogos, pedagogos, asistentes sociales... Pero, ¡es que se trata de enfermos físicos.!
- ¿Lo has entendido ya?

Era mi intención resumir brevemente la conversación mantenida con mi desconocido médico para ilustración de lectores y aclaración personal de mis propias ideas. Pero la tarde me ha traído otras sorpresas. Desagradables.
Hay personas que han trabajado durante años, han logrado, a pesar de determinadas deficienciencias físicas, finalizar su carrera brillantemente y ser totalmente autónomas. Tan autónomas que alcanzan puestos de responsabilidad. Han superado duros exámenes de selección aún negándoles el derecho a examinarse. Han peleado por sus derechos porque se juzgan autoeficaces para el desempeño de las fuciones que requiere el puesto al que aspiran. Finalmente lo logran.
-¡Hay que ser muy autoeficaz para alcanzar tan elevadas posiciones!
- Sí, lo son.
Pero la autoeficacia no es como aprender a montar en bicicleta. La autoeficacia es un estado psicológico, no un rasgo de personalidad. La autoeficacia puede perderse. Se pierde cuando los fracasos son persistentes. También se pierde por desuso.
La experiencia de esta tarde es de las que escandalizan. Personas inteligentes, rápidas en las ejecuciones, consejeras de los compañeros de trabajo, burros de carga para hacer lo que nadie quiere hacer, paños de lágrimas porque nada humano les es ajeno. Empresas o Instituciones estatales pueden hasta lucirles para demostrar su solidaridad con los discapacitados. Pero..., pero..., los años pasan y ven cómo les adelantan, ascendiendo a primeras líneas de responsabilidad, de sueldos y privilegios, compañeros de carrera o de oposición. Mientras, ellos, como postes, permancen hincados en el mismo hoyo.
No han dejado de sentirse eficaces. Pero nos les dan permiso para demostrar que lo son. Cuando se les ocurre levantar sus raíces del reducido teruño donde les plantaron, un hazadón, o un pico de duro hierro les afianza en su reducida porción de tierra. A veces, el golpe les viene desde arriba: un mazazo en todo lo alto que no le deja ni rebotar, ni retoñar. Tanto hachazo y tanto mazazo, tanto roce de los que les adelantan por todas las posiciones de la rosa de los vientos, o de los que se les apoyan solidariamente cuendo se sienten injustamente tratados, consigue, a veces, que personas que tuvieron todo a su favor para sentirse autoeficaces, terminen preguntándose si aún serían capaces de hacer aquello para lo que demostraron capacidad tras duras oposiones, reales (las de temario), o inventadas por quienes, en su día, pasaron más de una angustia de incapacidad al ser testigos de tanta mole intelectual.
La autoeficacia es una percepción o apreciación personal de capacidad. Pero uno tiene que vela hecha acción. De no ser así, pierde su visibilidad para los demás y par uno mismo.
¡Da mucha rabia!

 Finalizado el tema, he tenido que contestar a un correo electrónico del médico al que se refiere  laprimera parte de este tema. Luego he querdo publicarlo en el blog como comentario, pero me lo ha rechazado por ser muy largo. El rechazo me  ha producido "reactancia" y en venganza y recuperaci´`on de mi lobertad de escribir lo quepienso, se me ha antojado colocarlo aquí como parte del mismo tema..
Finalmente he tenido un tiempo suficiente para poder visionar los vídeos que me recomendaba. En concreto he visto la sesión completa, de testimonios, y su conferencia en Berlín. Ya le he puesto cara, y he escuchado los testimonios de sus pacientes. Pero no puedo juzgar cuáles son los fundamentos teóricos de lo que hacen. La conclusión que he sacado es que las cosas funcionan, pero no veo que aparezcan los fundamentos por los que funciona. Me parece que hay mucha insistencia en la asistencia a las reuniones. Me ha llamado la atención que las personas puedan seguir asistiendo todo el tiempo que quieran. He oído cómo los pacientes hablan de satisfacción personal. También he oído hablar mucho de voluntad: el que quiere puede. Otro tema que sale con frecuencia es el de proponerse un punto de llegada.


Nutualmente he de suponer que se conocen las investigaciones psicológicas sobre las metas, y si los mecanismos por los que estas funcionan son por la satisfacción de lo conseguido o la insatisfacción de lo que falta por conseguir. No he oído hablar apenas de confianza personal, ni he visto cómo se previenen olas recaídas. Son muchas las preguntas que me sigo haciendo sobre el programa.

Después de la conversación con usted, se me ocurrió que debería dedicarle a aquella conversación un tema de mi blog, y se lo dediqué. Expreso un poco la idea que me quedó.

La idea es que desde el punto de vista de un psicólogo, los temas médicos son temas médicos en los que no tenemos que entrar, y que comienzan a tener carácter de interesantes cuando son médicos quienes los proponen y no psicólogos.

Pero la realidad de lo que he visto en su programa es que no he visto nada de medicina y solamente he visto psicología por todas partes. Y eso es lo que debe ser, porque no se trata de medicamentos, sino de conductas y de motivación para ejecutarlas.

Como resumen le diré que el tema de las metas es una tema que Locke comienza a utilizarla finales de los 60. Que los temas de enseñoramiento es también de finales de los 60, lo mismo que los programas de Self-management y la autoeficacia y sus aplicaciones de finales de los 70 y comienzos de los 80.

Cuando Kate Lorig inicia su programa, a la manera que se le ocurriría a persona médica o no experto en medicina, se encontró con lo que en Psicología llamamos el efecto Hauthorne, que viene de los años 30. Pero el efecto Hawthorn se mantiene mientras existe la intervención, pero nunca se supo cuáles eran los procesos psicológicos por los que funcionaba. Lorig se encontró con ese efecto, y vieron que pasado un tiempo sus pacientes artríticos no mejoraban. Casualmente, en una reunión de Navidad, como las que suelen dar los Rectores en todas las Universidades, coincidió con Bandura, hablaron cada uno de lo que estaban haciendo. Lorig le habló de sus dificultades. Bandura le recomendó su teoría de autoeficacia, que por cierto, ya se había probado en pacientes cardíacos del mismo hospital por DeBrusk con notable éxito en prevención de riesgos de salud como trata de hacerlo usted en su programa. Y cuando aplicaron la metodología de la autoeficacia, y orientaron el programa hacia la implantación de la confianza de que los pacientes eran capaces de controlar su estado de salud, los resultados se produjeron y se mantuvieron y se siguen manteniendo en el tiempo.

La ventaja que usted tiene es que, lo ignoro, sin saber con mucha precisión qué palos tiene que tocar para conseguir lo que aparece como satisfacción personal, en realidad está tocando los temas de la autoeficacia porque en el programa de Lorig sí se encuentran, y por lo mismo en el suyo, que le sigue de cerca.

Pero creo que debería contar con buenos psicólogos que, manejando bien la teoría socio-cognitiva, le echaran una mano en sacar el mejor provecho de la incontable labor humana y social que está produciendo su programa.

Dicho en resumen: mi impresión es que está utilizando problemas de COMPORTAMIENTO DE SALUD, que son problemas de conducta más que médicos, y faltan algunas nociones sobre cómo funciona el psiquismo humano, o, si quiere eso que tanto aparece en la boca de sus pacientes: MOTIVACIÓN.

Finalmente, como le indiqué en mi conversación, quedo abierto a continuarla, y con muchísimo gusto.

lunes, 7 de diciembre de 2009

CULTIVANDO LOS ERRORES


Suelo levantarme a las 7.30 de la mañana. Cada día tiene un proyecto. Mi primera tarea: encender el ordenador para ver quien ha querido comunicarse conmigo o apuesta por organizar mi jornada. Procuro zafarme de los que me apartan de mis propósitos, aunque nunca dejo de contestar a los que me piden opinión o discuten mis posicionamientos psicológicos. A estos les agradezco su punto de vista: me crean un conflicto cognitivo, como dirían mis amigos de la escuela de Psicología Experimental Europea: Doise, Mugni, Deschamp y mi antiguo alumno Juan Antonio Pérez, que se soluciona creando una estructura mental superior. Aufheben, decía Hegel.

Esta mañana, me he encontrado con el siguiente comentario de una psicóloga chilñena:

Rox Car V C comentó tu nota FUNDAMENTANDO LA CREATIVIDAD

"Maestro!!...pero que honor haber leído su nota, haber conocido un pequeña parte de
su fabulosa vida, sus sensaciones y emociones.
Me presento: mi nombre es Rosa, y vivo en Chile. Soy egresada y tesista de la
carrera de Psicología…¿tema de tesis?....”Autoeficacia”…
De su nota, Hubo una frase que me quedo dando vuelta: “errores”. Estoy de acuerdo
con usted, deberíamos aprender a vivir los errores de una forma distinta, sabiendo
que tenemos oportunidades de cambiar, que es sólo un aviso de algo. Pero
lamentablemente, desde pequeños se nos inculca que si nos equivocamos vendrá el
castigo, y como no queremos recibirlo, evitamos o huimos de los errores. No es por
ser masoquista (jaja), pero gran parte de nuestro aprendizaje se funda en las
caídas. Mis padres me criaron protegiéndome de los “errores” (para que no
sufriera)…ese es otro punto, la sola idea de sufrir pareciera también generar
aversión en el resto, es decir: errores=sufrimiento, por lo tanto es mejor
evitarlo. Ahí se encuentra la visión negativistas (creo yo).
Bueno, podría seguir dándole vueltas a este tema; mi intención sólo era saludarlo y
demostrarle mi admiración. Mucho éxito y felicidad para usted, como para su familia.
Saludos, Rox.


El tema que planateas tiene la entidad suficiente para quebrantar mi propósito de escribir un tema al mes
-Bueno, la verdad es que me pesaba no haber escrito el tema en octubre. Gracias, desconocida Rosa.

Desde la postura cognitivo social, el conductismo se admite en lo que ha probado: la influencia del ambiente, el condicionamiento contingente. Pero lo rechaza frontalmente en la concepción del hombre como marioneta de quien mueve los hilos de los señuelos que nos motivan. La persona puede ser condicionada por el ambiente, pero nunca contra su voluntad. Desconocida Rox, si no hubieras escrito tu comentario, yo no estaría respondiendo l, pero tampooco tú lo hubieras escrito si yo no me hubiera introducido en tu mundo. La pregunta es, pues ¿quién influye en quién?.
El fundamento más básico de la teoría cognitivo social es el determinismo recíproco.
-Eugenio, aléjate de tu condición de catedrático y explica la cosas para que las entienda cualquier mortal
- Tienes razón
El determinismo recíproco es tan sencilllo de explicar como decir que uno, CON SU CONDUCTA, elige un programa de TV. Al elegirlo lo convierte en el AMBIENTE que le influye . Las ideas qeu didfunde ese programa AFECTAN A MIS CREENCIAS, MI PERSONALIDAD, que, a su vez, hace que yo ejecute DETERMINADAS CONDUCTAS que vuelven a cambiar mi entorno. Y así en una creciente espiral, que puede ser bien escalera al cielo o barrena hacia el infierno.
El castigo es una experiencia desagradable que los diosecillos utilizan para crearnos a su imagen y semejanza, para moldearnos. ¡Ignorantes de que el castigo no es eficaz más que cuando se tiene certeza de su aplicación!. El castigo genera pugna de voluntades entre quien lo impone y quien lo recibe. Quien tiene derecho (¡) o poder para imponerlo, debe estar vigilante para sorprender la infracción, con lo que desenfoca sus energías, dignas de mejores objetivos. Quien lo recibe, vive un estado psicológico que denominamos reactancia psicológica: una especie de impulso para recobrar la libertad amenazada. Castigador y castigado entran en una espiral de obediencia y desobediencia que, en el fragor de la batalla por el poder lalibertad, lleva a formular castigos como: ¡TE QUEDAS TODO EL AÑO SIN PAGA!. Tal castigo es imposible de cumplir, en algún momento claudicará, y, claudicando, pierde su autoridad, y derrumba todo el valor educativo de cualquier ley penal.
Algo de esto es lo que explico en mi libro sobre autoeficacia y delincuencia.
Pero, Rosa, en mi tema FUNDAMENTANDO LA CREATIVIDAD, no me refiero a los errores punibles, sino a los errores como oportunidades para creces o para menguar.Imaginate el siguiente encuentro: Un recien contrtado entrega su primer trabajo a su superior. Si el superior tiene la concepción granítica de El Capitán, la idea de que las acciones diagnostican las capacidades, le dirá con desprecio:
- ¿Esto es lo que sabes hacer? Esto es una porquería. TÚ NO TIENES CAPACIDAD, para este puesto. ¿Te imaginas la depresión de esta persona? Entenderás también su temblor, sudor, palpitaciones y ansiedad que experimentará cada vez que ese superior le haga un nuevo encargo.
Cambia el escenario. Imagina la postura del jefe que cree en la maleabilidad de la mente. Leerá el informe, irá haciendo algunas anotaciones, al final se dirijirá a quien está esperando una respuesta y le comentará
- Mira, este y este punto los tienes bien enfocados, pero no los ha expresado con claridad. Si cambias esta expresión por esta otra, si no eres tan incisivo en tus afirmaciones, puede quedar perfecto. Vete, redáctalo de nuevo y lo examinamos otra vez.
Este jefe no ha diagnosticado su capacidad (nunca, nadie, jamás, puede hacerlo). Este jefe ha analizado el trabajo y aprovecha la oportunidad para abrir nuevos caminos. ¿Te imaginas el estado de euforia de esta persona?. ¡Ha aprendido algo nuevo!
Lo importante no es el resultado, sino el proceso y e progreso.
No, la educación no está para diagnosticar la capacidad de las personas. Menos las de los hijos. Existen peligros en la vida que no es necesario que nuestros hijos experimenten, de acuerdo. Pero la teoría cognitivo social, cuando todavía se llamaba teoría del aprendiozaje social, probó que la observación de modelos es mejor método de aprendizaje que la experiencia directa exigida por el conductismo. Pero, aún en el caso en que se hayan hecho daño, no se les debe diagnosticar de incapaces, sino advertirles de que la próxima vez tengan más cuidado.
Todos hemos pasado por experiencias de fracaso. Por ejemplo, nos hemos hecho daño al caernos de la bicicleta. Ante este hecho, hay padres que estarían tentados de prohibírsela. No lo hacen, pero sí les recuerdan cada vez que quieren montarla: ¡Ten cuiddo, ya sabes lo que te pasó el otro día!.
Estos padres no se dan cuenta de que el niño ha repasado mentalmente miles de veces la escena, ha visto dónde estuvo el fallo y ya sabe la manera de evitarlo. Está demostrado psicológicamente que la repetición mental de los esquemas de acción aprovechan mucho más que repetir física, masiva y aburridamente la misma acción .
Vamos a ver, las cosas son tan sencillas (aunque a algunos les parezcan tan difíciles) como entender que los errores son una oportnidad para aprender y crecer intelectualmente. Hacen mal los padres que, para evitar el fracaso de sus hijos, les protegen del error. Están perdiendo las mejores oportunidades para crear en ellos una visión incremental de la mente, para que vean la oportunidad en el error, y la posibilidad de disfrutar que tiene el ser humano: conseguir algo difícil con el propio esfuerz0 es la mayor fuente de alegría.
Y exactamente esto, que tantas veces he explicado, es lo que estoy experimentando, con satisfacción, en mis clases de fotografía. Carmen Moreno tiene la mirada fina para saber que un punto más de luz alumbrará el gris de tu fotografía, se da cuenta de que el trozo de papel que has utilizado al positivar, había estado en contacto con la luz, lo que te evita muchos rompecabezas y te facilita la idea de que en fotografía todo tiene que ser pulcro. De esta manera entiendes lo que tantas veces has leído sobre la claridad, nitidez y limpieza de la foto. No pretendo dedicar mi vida a la fotografía. Sólo aprender a hacer las cosas bien y , ante todo, sabiendo por qué. Y eso lo voy consiguienfo porque mis errores me los miran con mente maleable.
Rosa. Las personas tenemos el derecho a equivocarnos. Derecho que debería figurar en la carta de Las Naciones Unidas. Nadié tiene derecho a reñirnos por eqivocarnos de vuena o ignornte voluntad. alcontrario, todos tnemos derecho a la educación, a que los que saben nos enseñen cómo no volver a cometer los errores. Los padres que no aprovechan los errores de sus hijos para abrirles nuevos caminos de creatividad, o que se los evitan haciéndoles los deberes", les están convirtiendo en granítico Capitán de Yosemite.